sábado, 21 de febrero de 2015

La Duma rusa ratifica el convenio de adopciones con España.

Moscú, 20 feb (EFE).- La Duma o Cámara de Diputados de Rusia ratificó hoy el convenio de adopciones con España que debe desbloquear las adopciones de niños rusos por parte de familias españolas, informaron a Efe fuentes del Legislativo.
"El principal objetivo del acuerdo es garantizar los intereses del niño que se entregan en adopción internacional", señala el documento que acompaña a la ley, difundido seguidamente por agencias rusas.

El Gobierno ruso remitió en diciembre el documento firmado en junio del pasado año a la Cámara baja tras cinco años de negociaciones bilaterales.

En octubre pasado el convenio bilateral ya fue ratificado por el Senado español, primer paso para allanar el camino a las cerca de 600 familias españolas que se encuentran en pleno proceso de adopción de niños rusos.

La firma del documento se aplazó después de que el Tribunal Supremo de Rusia ordenará suspender en agosto de 2013 los procesos de negociación con los países donde estuviera legalizado el matrimonio homosexual.

España, que adoptó a más de 12.300 niños entre 1997 y 2013, es el segundo país en número de niños rusos adoptados tras Italia, cuyo convenio bilateral ya fue ratificado por el Parlamento ruso, al igual que el relativo a Francia.

Según estadísticas oficiales, a esos tres países de la Unión Europea adoptan a un 80 por ciento de los niños rusos, en su mayoría huérfanos, que se dan en adopción a extranjeros.

El convenio permitirá que las autoridades rusas soliciten informes sobre la situación de los menores adoptados e incluye la garantía de que éstos serán inscritos en el consulado de la Federación Rusa que corresponda por su domicilio.

Al mismo tiempo, prohíbe la adopción de niños rusos por parte de familias homosexuales o monoparentales, una exigencia planteada por Rusia y que fue lo que dilató la firma del acuerdo.

En su momento, Rusia advirtió de que, antes de firmar nuevos acuerdos bilaterales de adopción, tendría en cuenta si los países en cuestión han aprobado por ley el matrimonio homosexual.

El presidente ruso, Vladímir Putin, promulgó una ley que prohíbe la adopción de niños rusos por parte de homosexuales y de solteros procedentes de países donde son legales las uniones entre personas del mismo sexo.

La diputada rusa Yelena Mizúlina destacó en especial que en los últimos 20 años no ha habido ningún caso de abuso de menores oriundos de la Federación Rusa por parte de las familias españolas.

Mizúlina recalcó que, pese a ser objeto de sanciones económicas por parte de la Unión Europea, Rusia no se guía por el principio de "ojo por ojo, diente por diente", según el diario "Izvestia".

La oposición comunista apoyó la ratificación del convenio, aduciendo que España es un país "que se toma en serio el problema" y que los niños adoptados conservan la ciudadanía rusa hasta la mayoría de edad.

En 2012 el Kremlin prohibió a Estados Unidos las adopciones de niños rusos tras la muerte de varios menores acogidos por familias norteamericanas.

No obstante, los diputados rusos consideran que la prohibición total de la adopciones internacional no es el mejor modo de solucionar el lacerante problema de los huérfanos en este país, donde las adopciones por nacionales son claramente insuficientes.

(Fuente: LA VANGUARDIA)

“Hay jueces que intentan que los niños no salgan de Rusia” Las familias españolas pendientes de una adopción recelan del último trámite de la Duma

Luis Miguel García y Paula Arranz, cuando fueron a recoger a su hija a Vladivostok (Rusia) /EL PAÍS

Cada Navidad y por su cumpleaños, Victoria recibe un regalo en el orfanato. El último envío incluía una muñeca, fotos y postales. Desde que fueron a conocerla en diciembre de 2012, Diego Mestre y Mariela Beltrán le mandan fotos para que la niña recuerde sus caras, para que se familiarice con ellos a pesar de todo. La esperan en Torroella de Fluvià (Girona), aunque la pequeña Victoria sigue en la casa cuna de la ciudad siberiana de Chitá, situada en la frontera rusa con China y Mongolia.

 “Cuando viajas la primera vez hasta allí y conoces a la niña, parece que la cosa va en serio”, reflexiona Diego Mestre, profesor de 40 años. Desde esa visita inicial han pasado ya más de dos años. No es el tiempo suficiente para que hayan perdido la esperanza, pero sí para que empiecen a plantearse que si Victoria vive algún día con ellos será como si les hubiera tocado la lotería.

Porque decenas de documentos, traducciones, sellos, trámites y un par de viajes más tarde, la menor sigue en el orfanato y ellos en el pueblo gironés a casi 10.000 kilómetros de distancia. “Volvimos a visitarla en junio y nos reconocía. Lloró mucho cuando nos fuimos”, cuenta él.

Mestre y su pareja son una de las familias españolas que más dificultades han sorteado en el tortuoso proceso de intentar una adopción internacional en Rusia. Hay unos 50 casos españoles similares paralizados en Chitá, según sus estimaciones, de los cerca de 600 pendientes.

Rusia es el principal país de procedencia de los niños adoptados en España, con más de 12.300 menores desde 1997. Pero la ciudad siberiana, según varias familias que llevan años peleando, es uno de los lugares donde más traban les ponen. Porque por un lado está la instrucción del Tribunal Supremo ruso, que en agosto de 2013 paralizó los juicios de adopción, como el que les quedó pendiente a Mariela Beltrán y Diego Mestre, hasta el convenio bilateral que primero se firmó en Madrid y ayer ratificó Rusia. El acuerdo perseguía, básicamente, impedir las adopciones por parte de familias homosexuales o monoparentales en un país como España que permite el matrimonio gay.

Pero, por otro lado, están y siguen los jueces, cada juez. Y la titular de Chitá “parece contraria a las adopciones internacionales”, explica Luis Miguel García, una de las cabezas visibles de la lucha de decenas de familias españolas para desbloquear la parálisis de las adopciones con Rusia. Mestre tiene el mismo recelo: “Hay jueces que buscan todo lo que les ayude a que los niños no salgan”.

A ellos les han devuelto tres veces el expediente de adopción. El último documento que les reclamaron está relacionado con los orígenes de su mujer. Mariela Beltrán tiene nacionalidad italiana (uno de los países con acuerdo bilateral con Rusia), pero nació en Argentina, que no tiene convenio y permite el matrimonio homosexual como España.

“La jueza se acoge al supuesto poco probable de que nos fuéramos a Argentina, que perdiéramos la patria potestad allí y que nadie de la familia pudiera quedarse entonces con la niña y acabara siendo adoptada por una pareja homosexual”, dice Mestre. Pese a todo, asegura que ya han conseguido un documento que les avala. Claro que siguen las dudas. Y cuando se le pregunta si confía en que todo sea más fácil tras el nuevo acuerdo, suspira al otro lado del teléfono: “Ojalá nos sirva para poder traer a la niña ya, aunque la jueza puede seguir poniendo impedimentos”.

El acuerdo entre España y Rusia estaba pendiente desde 2009, mucho antes de que el Tribunal Supremo decretara la paralización. España firmó el pasado julio y la Cámara de Diputados de Rusia le acaba de dar la ratificación definitiva. En medio, Luis Miguel García y su mujer, Paula Arranz, se quedaron sin su primer hijo. Le retiraron la asignación del pequeño Denis, que tiene algo más de tres años y medio, porque lo adoptó una familia rusa, con preferencia sobre una extranjera mientras no haya una sentencia firme de adopción.

Ambos viajaron de nuevo a Vladivostok. “El segundo viaje es más difícil porque sabes que no te puedes ilusionar”, explica García. Pero esta vez salió bien. Hace un mes que recogieron a Lera, una preciosa niña castaña que ya vive con ellos. Su caso se ha resuelto y, aparentemente, el gran escollo legal también.

Pero la sensación de este hombre es agridulce. “Sigue habiendo familias que llevan años esperando y otras que han tenido que asumir sentencias que les quitaban los niños que ya habían conocido. Hoy, más que un día feliz, es un día con un poco de esperanza”.

(Fuente: EL PAÍS)

viernes, 20 de febrero de 2015

El trabajo con menores quedará vetado a condenados por violencia sexual. (Anteproyecto Ley Protección a la Infancia en España)

El Gobierno ha aprobado este viernes losproyectos de Ley de Protección a la Infancia y a la Adolescencia que reconocen como víctimas de violencia de género a los menores y agilizan los procesos de acogimiento y adopción para favorecer que los niños, especialmente los de menos de 3 años, permanezcan con una familia.

Los proyectos, según ha detallado la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, refuerzan la protección del menor frente a delitos como los abusos sexuales, de los que fueron víctimas 3.364 en 2013.Y establecen, por ejemplo, como requisito para ejercer profesiones que impliquen contacto habitual con niños no haber sido condenado por delitos contra la libertad sexual, trata y explotación.

El Ejecutivo refuerza el derecho de acceso a los orígenes de los adoptados, de manera que las entidades públicas asegurarán la conservación de la información durante al menos 50 años, y contempla la posibilidad de que el menor en adopción mantenga algún tipo de contacto son su familia biológica.

También modifica la Ley de Protección de Familias Numerosas para asegurar que éstas conserven el título mientras al menos uno de los hijos tenga menos de 21 años o 26 si está estudiando.

Menores tutelados

En los casos de menores tutelados por las administraciones (hay 35.000 en la actualidad, de los que 13.400 están en centros de acogida), se dará prioridad al acogimiento familiar por encima del residencial, lo que será preceptivo en caso de menores de 3 años, y ya no se requerirá intervención judicial. Estas familias recibirán valoraciones de idoneidad, como ya ocurre con las adoptantes, y responderán al Estatuto del Acogedor Familiar, donde se recogerán sus derechos y obligaciones. En todos los casos, será preceptivo un Plan Individual de atención que se revisará periódicamente.

Se definen tres tipos de acogimiento familiar: De urgencia (para menores de 6 años con una duración no superior a 6 meses), Temporal (máximo dos años y se resolverá si el menor vuelve con sus padres o se decide una medida más estable, como la adopción) y Permanente (se constituirá pasados los dos años de acogimiento temporal y tendrá lugar cuando no sea posible la reintegración familiar o en casos de menores con necesidades especiales, si las circunstancias lo aconsejan).

Respecto a la adopción, para menores en desamparo no será necesario el asentimiento de los padres biológicos si al cabo de dos años no han intentado revocar la situación y una vez iniciado el expediente, seguirá adelante si no comparecen tras la citación. Se unifican los criterios para las familias adoptantes y se introduce la restricción a quienes estén privados de la patria potestad de un hijo.

Periodo de convivencia en adopciones

Antes de que el juez autorice la adopción, podrá iniciarse un periodo de convivencia entre el menor y la familia considerada idónea, evitando así el centro de acogida. Se introduce además la adopción abierta, que permite al menor en adopción mantener relación con miembros de su familia biológica, en lo que el juez contará con el visto bueno de la familia de procedencia, de la adoptiva y del propio menor.

Mientras, se amplía a seis semanas el plazo de que disponen las madres que hayan dado a su hijo tras el parto para asentir en el proceso de adopción, trámite que no habrán de renovar al cabo de seis meses, como ocurre en la actualidad. Se introduce además el derecho de los niños adoptados a conocer sus orígenes, que podrán consultar su expediente cuando cumplan los 18, obligando a las entidades públicas a conservar la información de la que dispongan durante al menos 50 años.

Guardia voluntaria

En materia de desamparo, se definirá con rango estatal las situaciones de los menores en riesgo y desamparo, limitando ésta a los casos de abandono, riesgo para la vida, salud o integridad física; o la inducción a la mendicidad, la delincuencia y la prostitución. En estos casos, se dará la tutela a la administración pública que, al cabo de dos años, podrá acordar su adopción o cualquier otra medida de protección. Pasado este plazo, sólo el Fiscal y no los padres, podrán impugnar la tutela.

En cuanto a la guardia voluntaria (la que solicitan los padres a la administración) se limita también a dos años para evitar que se cronifique, al cabo de los cuales o el menor vuelve con su familia o se dicta sobre él una medida de protección estable.

Uno de los aspectos más novedosos de los proyectos es que por primera vez, se regularán los centros para menores con trastornos de conducta, comúnmente conocidos como reformatorios, mediante una modificación de la Ley de Protección Jurídica del Menor y la Ley de Enjuiciamiento Criminal que establece, que no podrán convivir estos menores con otros bajo tutela pública que no tienen diagnóstico de estas características, como viene sucediendo.

Se impone la orden judicial como requisito imprescindible para el ingreso salvo urgencia (se dan 72 horas de plazo en este caso) y se concreta el régimen disciplinario, estableciendo normas para el uso de medidas de seguridad, contención y aislamiento, que no podrán utilizarse como sanción y serán "el último recurso" en casos de defensa propia, intentos de fuga, resistencia física a una orden legal, o riesgo directo de autolesión, de lesiones a otros o daños graves a la propiedad.

Estas medidas, como la contención mecánica o física que también regula el texto, deberán responder a un principio de proporcionalidad, durar el tiempo mínimo imprescindible y aplicarse por personal con formación específica. El aislamiento, también excepcional, será acordado por el director del centro y notificado a la Fiscalía, nunca tendrá carácter disciplinario y durará máximo seis horas. Nunca se podrán administrar medicamentos como sanción.

Medidas cautelares para la violencia de género

La reforma toca otros muchos aspectos, como la Ley de Violencia de Género, en la que figurarán los menores como sujetos de la protección que actualmente brinda la norma a las mujeres. Se impone además que el juez deba pronunciarse siempre sobre las medidas cautelares que afectarán a los niños y se prevé que puedan éstos permanecer con sus madres.

También en materia de prevención, se impone como requisito para ejercer profesiones que impliquen contacto son niños, no haber sido condenado por delitos contra la libertad sexual, trata y explotación. Además, se impone la obligación para todos los ciudadanos de comunicar a la Fiscalía los hechos de este tipo de los que tenga conocimiento.

Otro de los cambios que se introducen es sobre la participación de los menores en procedimientos judiciales. Los proyectos establecen que deberán ser oídos y escuchados, aunque sean menores de 12 años, siempre que acrediten madurez suficiente. El menor sólo tendrá que prestar su testimonio una vez y será asistido por expertos en desarrollo infantil durante todo el proceso.

Por otra parte, Sanidad ha incorporado un "catálogo de deberes" de los menores de edad en los ámbitos social, escolar y familiar que recoge entre otras, la obligación de "corresponsabilizarse en el cuidado del hogar y las tareas domésticas", así como respetar la dignidad, integridad e intimidad de las personas con que se relacionen, "las normas de convivencia" de su centro educativo o el medio ambiente, colaborando en su conservación.

(Fuente: elperiodico.com)

jueves, 19 de febrero de 2015

La Duma rusa ratificará mañana el convenio de adopciones con España. Adopción en Rusia.

La Duma o cámara de diputados de Rusia ratificará mañana, viernes, el convenio de adopciones con España que debe desbloquear las adopciones de niños rusos por familias españolas, adelantó hoy el diario "Izvestia".

El Gobierno ruso remitió en diciembre el documento firmado en junio del pasado año a la Cámara baja tras cinco años de negociaciones bilaterales.

El pasado 1 de octubre el convenio bilateral ya fue ratificado por el Senado español, primer paso para allanar el camino a las cerca de 600 familias españolas que se encuentran en pleno proceso de adopción de niños rusos.

La firma del documento bilateral se aplazó después de que el Tribunal Supremo de Rusia ordenará suspender en agosto de 2013 los procesos de negociación con los países donde estuviera legalizado el matrimonio homosexual.

España, que adoptó 12.300 niños entre 1997 y 2013, es el segundo país en número de niños rusos adoptados tras Italia, cuyo convenio bilateral ya fue ratificado por el Parlamento ruso, al igual que con Francia.

Según estadísticas oficiales, esos tres países de la Unión Europea adoptan un 80 % de los niños rusos, en su mayoría huérfanos, que se dan en adopción a extranjeros.

El convenio permitirá que las autoridades rusas soliciten informes sobre la situación de los menores adoptados e incluye la garantía de que éstos serán inscritos en el consulado de la Federación Rusa que corresponda por su domicilio.

Al mismo tiempo, prohíbe la adopción de niños rusos por parte de familias homosexuales o monoparentales, una exigencia planteada por Rusia y que fue lo que dilató la firma del acuerdo.

En su momento, Rusia advirtió de que, antes de firmar nuevos acuerdos bilaterales de adopción, tendría en cuenta si los países en cuestión han aprobado por ley el matrimonio homosexual.

El presidente ruso, Vladímir Putin, promulgó una ley que prohíbe la adopción de niños rusos por parte de homosexuales y de solteros procedentes de países donde son legales las uniones entre personas del mismo sexo.

La diputada rusa Yelena Mizúlina destacó que en los últimos 20 años no ha habido ningún caso de abuso de menores oriundos de la Federación Rusa por parte de las familias españolas.

Mizúlina recalcó que, pese a ser objeto de sanciones económicas por parte de la Unión Europea, Rusia no se guía por el principio de "ojo por ojo, diente por diente", según "Izvestia".

"La ratificación del convenio entre la Federación Rusa y el Reino de España sobre la cooperación en materia de adopción de niños demostrará que nuestro país respeta invariablemente las normas internacionales y actúa en interés del menor, permitiendo al niño que no tiene familia en Rusia encontrarla en el exterior", dijo.

La oposición comunista adelantó que apoyará la ratificación del convenio, aduciendo que España es un país "que se toma en serio el problema" y que los niños adoptados conservan la ciudadanía rusa hasta la mayoría de edad.

Convenios similares serán firmados en el futuro con Israel, Irlanda, Eslovenia, Nueva Zelanda, Chipre, Malta, entre otros países.

En 2012 el Kremlin prohibió a Estados Unidos las adopciones de niños rusos por la muerte de varios menores acogidos por familias norteamericanas.

(Fuente: www.eldiario.es)

martes, 10 de febrero de 2015

Hijos de vientres lejanos.

Diego (nombre ficticio, prefiere mantener el anonimato) lo tenía claro: quería ser padre aunque fuese un hombre sin pareja. Barajó distintas opciones, pero pronto se decidió por recurrir a una madre subrogada. Un año después de tomar la decisión, este empresario de una pequeña ciudad del norte de España viajaba a Los Ángeles para escuchar el primer llanto de su hijo Martín. Casos como el suyo han hecho que se dispare el número de bebés que se inscriben en los consulados españoles en otros países fruto de la maternidad por sustitución. De hecho, se calcula que en 2014 los nacidos con este método e inscritos como hijos de padres españoles ya superaron a los adoptados (unos 1.400 frente a los 1.188 procedentes de la adopción).

Así lo confirma Didac Sánchez, director de Subrogalia, una empresa que facilita este servicio a padres españoles y que, solo el año pasado, tramitó e hizo realidad más de 280 peticiones. Sebastián Expósito, director de VDA Fertility Consulting, considera que es muy arriesgado dar un dato concreto de nacimientos por este método, ya que los consulados no facilitan la cifra; lo que sí confirma es el aumento tanto de la demanda como del número de países en los que se puede realizar (con la incorporación, por ejemplo, de Grecia, que antes únicamente permitía esta práctica a sus propios ciudadanos).

Es curioso que tantos niños vengan al mundo a través de una práctica que nuestra legislación penaliza de forma explícita. La Ley de Reproducción asistida de 2006 dice que será "nulo de pleno derecho el contrato por el que se convenga la gestación, con o sin precio, a cargo de una mujer que renuncia a la filiación materna a favor del contratante o de un tercero". Y determina que los así nacidos siempre serán hijos de la mujer que da a luz. En otros países, sin embargo (como Estados Unidos, Ucrania, Rusia, Georgia, la India, Tailandia y ahora Grecia), el proceso es legal y hasta allí acuden los españoles.

Un vaivén de disposiciones legislativas dejó durante un tiempo a varios niños venidos al mundo por esta práctica en un limbo legal, sin nacionalidad española y sin ningún derecho. Pero todo se solventó cuando, en julio de 2014, el Ministerio de Justicia ordenó a los consulados que inscribiesen en el Registro Civil a los nacidos por gestación subrogada.

Ricky Martin con sus hijos en la playa. Foto: Gtresonline.

Los tribunales han dado incluso un paso más allá y han empezado a dictar sentencias que equiparan los derechos de los padres de hijos concebidos por este método con los de biológicos o adoptados. El pasado mes de agosto, el enfermero canario Alexis Mateo obtuvo el primer permiso de maternidad que concedía el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) a un padre homosexual por un caso de mellizos nacidos gracias a la gestación subrogada. Después de que el Instituto Nacional de la Seguridad Social le denegase esta prestación para el cuidado de sus dos hijos, Alexis Mateo emprendió una batalla en los tribunales junto a su pareja, Jorge, hasta que la Justicia le dio la razón reconociéndole el derecho a recibir el sueldo correspondiente a las 16 semanas de baja maternal. Al igual que el Tribunal Canario, otra decena de sentencias han respaldado a padres con estas demandas.

Con este nuevo escenario, el interés que despierta esta forma de lograr la paternidad ha ido en aumento. Tanto es así que en la pasada Feria de Reproducción Asistida, INVITRA, celebrada en Madrid en noviembre pasado, la mitad de las empresas españolas participantes ofrecía este servicio. Hasta hace poco tiempo, EEUU era el lugar elegido por un gran número de compatriotas porque en estados como California la regulación es muy estricta y transparente. Pero otros países van ganando terreno, sobre todo por una cuestión económica. Recurrir a este método en la India, Ucrania, Georgia, Kazajistán, Rusia o México supone un gasto de unos 37.000 euros, mientras que en Estados Unidos el coste se eleva a más del doble, alrededor de 83.000.

Tener así un hijo puede costar desde 37.000 euros en la India hasta 83.000 en Estados Unidos.

Mientras tanto, aumentan las voces que piden la legalización de los vientres de alquiler. Así lo exige la Asociación por la Gestación Subrogada en España, que denuncia la doble moral que supone no permitir que esos niños nazcan en territorio nacional pero sí otorgarles todos los derechos cuando llegan procedentes de otras latitudes. En el lado contrario se sitúan los que se amparan en casos como el de Gammy, una niña que nació en agosto con síndrome de Down en Tailandia. Sus futuros padres, una pareja australiana, decidieron abandonarla junto a su madre subrogada y llevarse solo a su melliza sana. Este caso volvió a dar argumentos a todos los que consideran inaceptable que una mujer sirva de incubadora al bebé de otras personas. Además, corrientes bioéticas rechazan el proceso porque no es meramente altruista, sino que hay dinero en juego.

Quizá la parte más difícil de comprender sea la de la madre que gesta el bebé. ¿Qué lleva a una mujer a acoger en su vientre al hijo de otro y a desprenderse de él nada más nacer? En determinados países en desarrollo, como la India, sin duda las razones son exclusivamente económicas. Pero ese argumento no sirve para Estados Unidos, pues la selección de las madres de alquiler pasa por comprobar que gozan de una posición económica desahogada y que no lo hacen por ese motivo (aunque reciben unos 25.000 euros por los gastos y molestias del embarazo). Para entenderlo mejor nos ponemos en contacto con una norteamericana que concibió en California dos hijos para una pareja gay residente en Cataluña.

Carolina tiene 34 años y dos niños de 12 y nueve. Trabaja como coordinadora de seguridad de una compañía, lo que le permite mantener su casa y a su familia sin ningún tipo de estrecheces. Su vida transcurría de forma convencional hasta que, un buen día, una amiga le comentó que iba a gestar el bebé de otra pareja y la animó a seguir su ejemplo. Tras informarse y superar todas las pruebas psicológicas decidió que daría vida a un ser humano para hacer feliz a otro. "El dinero nunca fue la razón que me llevó a aceptar el embarazo, soy solvente económicamente". Carolina recibió entonces, a través de la agencia intermediaria, la carta de una pareja española y lo que allí leyó la conmovió. "Me enamoré de ellos porque habían puesto su corazón y su ilusión en esas líneas. Decidí conocerlos y desde el primer instante sentí una conexión mágica. Les invité a mi casa y desde ese momento nos convertimos en una familia".

Robert Enríquez paseando a sus hijos (izda.) y Nicole Kidman con su hija. Fotos: Gtresonline.

A Carolina le implantaron dos embriones y los dos salieron adelante. "Resultó un embarazo complicado en los primeros meses pero el cariño de los padres hizo que todo fuera más llevadero, hablaba vía Skype con ellos, me enviaban flores...". Tras el parto los pequeños se marcharon rumbo a España aunque ella considera que tiene cuatro hijos. "Quiero mucho a esos dos niños, pero con respeto y siempre con permiso de sus padres", asegura. Solo la gente muy próxima conoce su historia.Y esos bebés no son ajenos a su vida: "Han cumplido ya 15 meses y no pasan 30 días sin que me envíen fotos y noticias. Es más, en su primer cumpleaños fuimos a Barcelona para celebrarlo juntos. Ya somos familia para siempre, y solo queda el amor y el cariño. No tengo ningún sentimiento de pérdida, supe que sus padres serían maravillosos con ellos".

Tener un recién nacido (tarea prácticamente imposible en las adopciones) que lleve los genes de alguno de los progenitores y lo rápido del proceso animan a miles de españoles a optar por esta vía. Diego, tras decantarse por la empresa VDA Fertility Consulting, porque le pareció "seria y con garantías", viajó a Estados Unidos para seleccionar a la donante de óvulos y a la mujer que llevaría a su pequeño en su seno... En tres meses todo estaba resuelto y solo faltaba que uno de los embriones fuera transferido. Nueve después (con las lógicas angustias, ¿todo irá bien?, ¿tendré problemas para traer a mi hijo cuando nazca?) volaba a Los Ángeles para conocer a Martín.

Pero no solo hombres emprenden ese camino. Almudena (nombre ficticio), ama de casa con imposibilidad de engendrar, se planteó dar un hermano a su hijo adoptivo. Y es que más de la mitad de los casos que recurren a la subrogación -según las agencias intermediarias- son parejas heterosexuales en las que la mujer no puede llevar a término un embarazo (el otro 40% corresponde a parejas homosexuales y un 10% a personas solas). Una mujer de origen sudamericano afincada en California trajo al mundo al bebé de Almudena. "Durante todo el embarazo estuvimos en contacto casi diario, me mandaba las ecografías, me contaba cómo iba todo. El parto se adelantó unos días y no pude ver nacer a mi hijo; ella lo cuidó hasta que llegamos mi marido y yo. Entonces nos lo entregó y jamás volvió a tener contacto físico con él, sabía quiénes eran sus verdaderos padres. No es solo un camino para los famosos, cualquiera con una economía saneada puede optar a este método", cuenta Almudena.

Diego anda inquieto, pendiente de una llamada de Estados Unidos. Una mujer tiene que comunicarle si el embrión que le implantaron hace unos días ha logrado salir adelante, después de que el test de embarazo diera positivo. Si todo va bien, el próximo otoño Martín tendrá un compañero de juegos.

(Fuente: Diario El Mundo)

lunes, 9 de febrero de 2015

China levanta el veto a la adopción a las familias monoparentales

La Federación de Asociaciones de Adopción Internacional (Adecop), con sede en Alicante, recibió el pasado 5 de diciembre la mejor noticia con la que podían entrar en el nuevo año. China ha flexibilizado los requisitos para adoptar y levantado el veto a las familias monoparentales. Una medida muy esperada ante las dificultades que ahora mismo hay para poder hacerlo en muchos países y que está dirigida a menores con medidas físicas especiales, es decir, que sufren patologías pero recuperables.

Según explica su presidente, Miguel Góngora, hay dos tipos de adopciones. La primera es para niños que no presentan ninguna enfermedad. Un grupo que está cerrado. De hecho, las autonomías ya no aceptan más instancias ante las restricciones que existen. «Ahora mismo están asignando niños de solicitudes que se presentaron en diciembre de 2006; han pasado ya ocho años», apunta Góngora.

El segundo grupo es el que se denomina 'pasaje verde' y el que ahora se ha abierto. Son menores que presentan alguna minusvalía física como cataratas, estrabismo, cardiopatías leves, fisuras en el paladar y hay muchos casos de labios leporinos (hendidura o separación del labio superior). «Hablamos de patologías recuperables, no graves, y por supuesto que hay solicitudes para adoptar pero hasta ahora no se podía hacer, actualmente ésta es la única vía en muchos países», insiste Góngora, quien puntualiza que en el caso de familias monoparentales se trata solo de mujeres solteras.

De ser el principal país de adopciones internacionales, China ha pasado a ser muy restrictivo cuando en el año 2007 hubo un cambio legislativo que supuso un endurecimiento de las condiciones. Esta modificación no solo afectó a las monoparentales sino también a solicitantes con obesidad mórbida o deformidades en el rostro.

Este ha sido un factor decisivo para que las adopciones en China hayan caído en picado: menos de 400 casos frente a hace una década cuando más de 2.500 familias cumplían su sueño de ser padres. Junto a los nuevos requisitos, Góngora añade el cambio experimentado en el país, con una mejora de su situación económica que lleva a parejas nacionales que no pueden tener niños a lanzarse a la adopción.

Un tercer factor que se ha puesto de manifiesto es la crisis económica y la imposibilidad de familias para asumir este coste económico. Un argumento que el presidente de la federación niega. «Puede haber algún caso en que no puedan asumirlo, pero es la excepción».

El número de adopciones internacionales se estima que ha caído un 40% en España entre el periodo 2009-2014. Y es que el problema de las trabas no es exclusivo de China.

Ahora mismo, las parejas que quieren formar una familia -la mayoría ha recurrido antes a tratamientos de fertilidad- lo tienen más que complicado debido a las medidas que están imponiendo. ¿El motivo? El incremento de los controles en virtud de la Convención de La Haya sobre Protección de Menores y Cooperación en Adopciones Internacionales, que obliga a adecuar las normativas. Hay casos como Etiopía, según Góngora, que al ser «sumamente pobres», con sus estructuras administrativas «no tienen medios para hacer» esta adecuación. El resultado es que los procesos de adopción se están alargando tres y cuatro años pese a haber menores a la espera de encontrar una familia. Rusia, Venezuela y Colombia también están con restricciones.

Desde la Federación consideran que falta un mayor apoyo o compromiso por parte del Estado para mediar con los países. «No tienen en cuenta a los niños», señala Góngora, quien recuerda que el descenso en picado de la natalidad es una realidad. De ahí que insista en que la oportunidad que se abre ahora para muchas familias monoparentales. «Demanda para el pasaje verde hay porque son niños pequeños y, además, la demora de años se reduce mucho», responde Góngora al preguntarle por los recelos que puede haber al tratarse de niños con patologías.