Ana y Antonio despliegan un archivador a rebosar de documentos e ilusiones. Desde 2011, han ido guardando meticulosamente información sobre su proceso de adopción. Folletos, contratos, e incluso el certificado de que ya están vacunados para viajar a Etiopía a buscar a su hijo han ido engordando la carpeta.
A medida que pasan las hojas, les invade la rabia. Nunca pensaron tener que añadir al final un escrito que enfrenta a este matrimonio y a decenas de parejas gallegas a la difícil decisión de pagar 14.686,56 euros más o renunciar a ser padres de un niño etíope.
Desde que el 13 de julio de 2013 la entidad cooperadora para la adopción internacional (Ecai) Addis Galicia les comunicó que su documentación había sido remitida a Etiopía, la única noticia que habían recibido había sido un e-mail por Navidad con lotería pero, de repente, el 25 de enero la Xunta de Galicia les remitió "una citación sorpresa, sin orden del día" para una reunión el 1 de febrero.
Acudieron una treintena de familias adoptantes en Etiopía y en Burundi, la Dirección General de Familia y la Ecai y el resultado se plasmó en un acta que Ana González y Antonio González adjuntaron como una losa a su archivador. Explica que el "alargamiento" de los procesos de adopción en los últimos años, la "situación de excepcionalidad" que ha vivido Etiopía y los cambios de las condiciones del Gobierno y los orfanatos obligan a subir la tarifa en 6.686,56 euros y a pedir un donativo de 8.000 euros para el orfanato.
En total, 14.686,56 que hay que sumar a los 10.739,81 que ellos habían firmado por contrato y de los que ya han abonado el 75%. La actualización de las tarifas se aplicará al proceso de adopción con Etiopía y con Burundi, pero los gastos del orfanato solo a quienes esperan por un niño etíope. En cualquier caso, la cifra es tan elevada que hubo quién abandonó la sala con una crisis de ansiedad, pues "veían que su paternidad se terminaba ese mismo día ahí".
El plazo para comunicar si abonarán el dinero vence mañana 20 de febrero, lo que ha convertido las últimas semanas en un infierno para 81 familias. Según los datos oficiales de la Xunta, hay activos 51 expedientes para adoptar en Etiopía(49 gallegos y 2 asturianos) y 30 para Burundi (10 de Andalucía, 9 de Galicia, 4 de Madrid y Valencia y uno de Castilla León, Asturias y Cantabria). Todos deberán comunicar si pagan, pero finalmente solo 20 lo harán, pues la Ecai solo se compromete a seguir tramitando 10 adopciones en cada país.
En esa misma reunión, Ana y Antonio se miraron y supieron que no pagarían. Mantienen las mismas ganas que cuando, en mayo de 2012, les asignaron el expediente 666, pero tienen "la sensación" de estar entrando "en una puja por un niño" y no se imaginan dentro de 20 años explicándo a su hijo que pagaron "20.000 euros para tenerlo aquí".
Para ellos, ahora todo se reduce a "¿tienes dinero? Optas. ¿No tienes dinero? No optas". Además, pagar ni siquiera garantiza la adopción, pues en 2016 la Xunta contabilizó ocho asignaciones en Burundi y cuatro en Etiopía. Si no culmina el proceso, el año que viene qué pasará, "¿hay que volver a pagar?".
Al respecto, la Xunta aseguró a EL MUNDO que se compromete a la resolución de estos 10 expedientes incluso aunque su tramitación se demore más allá de 2017 y también aclaró a las familias que, si no pagan, sus expedientes no se cerrarán, sino que continuarán a la espera de una asignación "tal y como estaban en este momento". Si lo cierran, será decisión suya y, en ese caso, no le devolverán los gastos por los servicios prestados.
Esta pareja de Ourense no pierde la esperanza de que en algún momento puedan "ser padres" pero, ahora, tienen 37 años y la sensación de que han perdido cinco. Habían planificado su vida para tener un niño etíope en dos años y uno nacional cuatro o cinco años después -también están en proceso de adoptar dentro de España-, e "incluso uno biológico".
Pero ha pasado el tiempo. "Nos hemos ido haciendo mayores y a partir de los 40 años apenas tienes posibilidades de adoptar", explican. De modo que dan por perdida la opción de un niño de otro país.
"Tenemos que replantearnos otra vez todo", prosiguen. Además, con la sensación de sentirse "engañados" y "abandonados" por la Xunta, pues, a su juicio, "debería quitarle la acreditación" a la Ecai porque "no son viables económicamente" y hacerse cargo de los expedientes. Al respecto, la Xunta asegura que la entidad tiene auditadas sus cuentas y cumple la normativa y se compromete a controlar que no cobre ningún servicio no autorizado ni prestado.
La frustración es mayor para ellos y el resto de adoptantes en Etiopía, pues recuerdan que el Convenio de La Haya de Protección del Niño y Cooperación en materia de Adopción Internacional prohíbe el pago de donativos. Etiopía no lo ha suscrito, pero España sí y, si pagan esos 8.000 euros,"¿quién te asegura a ti que no estás pagando para que roben un niño?", se preguntan. Este gasto no está autorizado por la Xunta, pues es un pago al orfanato en el que "no tiene ninguna competencia".
Firmaron un contrato a sabiendas de que se podrían actualizar las tarifas y conocedores de los riesgos, peroconsideran que "no se puedan cambiar las reglas del juego cinco años después", "sin que podamos hacer en principio legalmente nada", se lamentan. Hay familias dispuestas a pedir un crédito, pero ellos lucharán ante la deriva "mercantil" de un proceso que, para muchos, es la única opción de ser padres. "Parece como si la adopción fuese un esnobismo o un capricho... Pues no", advierten.
(Fuente: El Mundo.es , 19-02-2017)