viernes, 24 de febrero de 2017

Familias que adoptan en Burundi deben aportar casi 7.000 euros para continuar.

Los problemas con las adopciones internacionales están llevando a decenas de familias gallegas que iniciaron hace años este proceso a una situación complicada. Las principales afectadas son las que recurrieron a Etiopía, 49 según la Xunta, pero no son las únicas. La ECAI Addis Galicia, que atraviesa una situación delicada debido a los cambios que le imponen los organismos públicos de los países de origen e incluso los orfanatos, es la única en España que gestiona acogimientos en Burundi, por lo que también ha solicitado a los padres que aporten una cantidad de dinero para poder desbloquear los procesos y continuar.


La Xunta fue la encargada de convocar a estas familias, y como muchas son de otras comunidades, están atendiendo por correo electrónico y teléfono a aquellas personas que no pudieron nombrar representante o acudir personalmente. Hay treinta expedientes abiertos, de los que nueve son de Galicia. Andalucía, con 10, es la comunidad con más casos, y las otras autonomías en las que se da esta situación son Madrid, Valencia, Castilla y León, Asturias y Cantabria.

El conselleiro de Política Social, José Manuel Rey Varela, aseguró ayer que se llegó a este acuerdo de permitir elevar las tarifas que deben aportar los futuro progenitores para desbloquear los procesos. En el caso de Etiopía, en donde ahora se pide a los padres unos seis mil euros a mayores, «a ECAI solicitou unha modificación á Xunta de acordo cun plan de viabilidade par que se desbloqueen os expedientes que estaban bloqueados desde o 2012. A Dirección Xeral de Familia estudouno con todo o rigor, acordáronse os gastos a maiores, e plantexáronselle ás familias as novas condicións».

En el caso de Burundi, los futuros padres deben aportar para continuar con el proceso casi siete mil euros, en concreto 6.700 algunos de los consultados, a mayores de lo que ya estaba acordado. Una de sus quejas es, por un lado, que durante años no les hubiesen dicho nada de los problemas económicos, y por otro que este nuevo importe no garantiza que la adopción se realice. Rey Varela justificó esta situación, ya que en este tipo de procesos internacionales, «nunca hai garantía de que este proceso remate nos prazos que inicialmente están, e é verdade que desde o 2012 poden cambiar moitas cousas nas familias».

Las ECAI, entidades sin ánimo de lucro acreditadas para realizar las adopciones internacionales, pasan por un momento difícil debido a la dilación de los procesos y a las trabas que surgen en muchos países. Desde la Xunta admiten que, en mayor o menor medida, todas están en una situación delicada. Recientemente, de hecho, cerró una de las que trabajaban en Galicia, Balms, que tramitaba adopciones en Colombia. En ese caso, como el país permite la vía pública, la propia Xunta asumió los expedientes de las familias que habían iniciado una adopción, algo que no puede hacerse con Etiopía porque exige que se haga a través de uno de estos organismos acreditados.

«Hay gente que no puede hablar porque se echa a llorar»

Después de intentarlo con procesos de reproducción asistida, Fon y su mujer recurrieron a la adopción internacional, y lo hicieron con la ECAI Addis Galicia en Burundi. Comenzaron en el 2013, en septiembre, «y no supimos nada en estos tres años», dice. Hasta el pasado miércoles, cuando la Xunta los convocó para una reunión en la que, como a las familias que tienen su expediente en Etiopía, se les comunicó que debían aportar casi siete mil euros más. «Nos dijeron que si no la ECAI no es viable. A las familias que están en los diez primeros puestos les piden esta cantidad, y la Xunta se compromete a que, sin que haya nada por escrito, este año haya diez asignaciones en ese país», explica Fon. 

Algo que tampoco entiende porque Burundi es un país en el que las adopciones van muy lentas -aunque no están paradas-, por lo que anualmente se conceden dos o tres asignaciones «por lo que cómo en un año va a haber diez». Para este gallego la entidad se sacó «una tasa pero no está en el contrato, es como si llevo un sobre sin garantía ninguna».

El malestar no es solo con la ECAI sino con la Xunta, que fue quien convocó a las familias. «La Xunta autoriza esto y no nos respalda nada, y nosotros tenemos que dar casi siete mil euros sin garantías», apunta Fon.

En el contrato que firman las familias se estipulan ya los gastos, «y pone que por causa de fuerza mayor se podrían modificar, pero entiendo que eso sería un conflicto en el país, que la ECAI tenga falta de liquidez no considero que sea una causa de fuerza mayor, si a lo mejor fue porque se gestionó mal». 

Sin información

Para este adoptante si la entidad les hubiese ido informando progresivamente de los problemas de tramitación y de las repercusiones económicas, o si lo hubiesen comunicado de otra forma, hubiesen sido más comprensivos, «pero viendo la situación por la que están pasando muchas familias venir ahora y pedir siete mil euros, y decir prácticamente que es para mantener la estructura y que si no cierran...», lamenta. Fon asegura que los futuros padres deben tomar además la decisión en un margen de tiempo muy breve, porque Addis quiere tener solventado este problema en torno al 13 de febrero.

Esta familia asegura que confiaba en lo que le decían tanto en la ECAI como en la Xunta, «pero con la buena fe llevamos tres años, y hay familias que llevan cuatro. Después de cuatro años que te digan: das siete mil euros más o si no pierdes el proceso, me parece un poco duro. Hay gente que no puede hablar porque se echa a llorar, estás esperando y el proceso se está dilatando en el tiempo y ahora nos dicen, tenemos falta de liquidez y necesitamos dinero. No creo que tengan mucho tanto», concluye.

(Fuente: La Voz de Galicia. 08-02-2017)

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