El Gobierno vasco ha vuelto a establecer un límite de 44 años de diferencia de edad entre las personas que quieren adoptar a un menor y el propio niño adoptado. Se trata de una medida que fue eliminada por el anterior Ejecutivo socialista porque se consideraba una discriminación y una especie de exclusión preventiva. Frente a la idea sostenida por los socialistas de que las personas con más madurez tienen mejores condiciones de tipo económico y de estabilidad emocional para poder adoptar, el Ejecutivo de Iñigo Urkullu entiende que no debe existir una excesiva brecha generacional entre adoptantes y adoptados.
"El cambio se hace para proteger el interés de los menores adoptados y poder ofrecerles un modelo familiar lo más normalizado y acorde posible con la maternidad biológica y con el ciclo vital familiar", explica el Ejecutivo del PNV. Además, sostiene que la nueva regulación no es discriminatoria para las personas que desean adoptar, como tampoco lo son las legislaciones de los países de origen que establecen en cada caso unas edades como límite porque debe prevalecer el interés del menor.
El límite de 44 años de diferencia podrá ser superior, a criterio del equipo técnico de la diputación que tramite cada adopción, cuando se haga constar la disposición a adoptar a personas menores de edad con necesidades especiales.
(Fuente: eldiario.es)
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