Eliminar la corrupción, meta de la directora nacional del Icbf. (Adopción en Colombia).

Atacar la corrupción que había en la entidad, recuperar la importancia de la regional de producción, destinar más recursos para las defensorías de familia y para gestionar sus trabajos, así como brindar una atención integral y de calidad son los logros que Cristina Plazas Michelsen considera que ha tenido en su primer año como directora nacional del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Icbf.

La abogada visitó a Armenia para celebrar este acontecimiento y revisar el trabajo de la regional.

En entrevista con LA CRÓNICA relató que se ha esforzado para que la primera infancia sea una realidad, que está revisando la convocatoria pública del instituto y eliminando la corrupción que había en operadores que tenían los contratos como negocio y no para el bien de los niños.

Reveló que encontró irregularidades en la atención a los menores y advirtió que quienes no cumplan tendrán que afrontar las consecuencias, porque no va a permitir que sean maltratados.
Recalcó que se ha trabajado en la sensibilización de la sociedad, especialmente en padres y cuidadores sobre la responsabilidad que les asiste en la protección de la niñez, rechazando el maltrato infantil y promoviendo la educación.

Otra de sus apuestas es fortalecer la prevención del embarazo en adolescentes y por ello el instituto que lidera ofrece espacios para que las jóvenes entiendan la importancia de definir y construir sus proyectos de vida antes de tener un hijo.

Reconoció que ha tenido dificultades para cumplir los objetivos, lo que genera malestar, y las demoras que conllevan los procedimientos para contratar el personal que se requiere.

 

Adopción de menores
Plazas Michelsen desveló que próximamente lanzará una campaña de adopción para los menores que se encuentran sin familia en Colombia.

Dijo que son más de 10.000 los que aún sueñan con un hogar y que es importante que el país los conozca.

“La adopción no es un negocio para el Icbf, esa idea debe desaparecer del imaginario de la sociedad. Necesitamos que los colombianos abran sus brazos a los niños que hemos llamado de difícil adoptabilidad por su edad, por tener hermanos o sufrir dolencias de salud. Ellos merecen ser felices”, explicó.

Finalmente, aclaró que los extranjeros solo pueden adoptar mayores de ocho años de edad, niños con discapacidades y otras características, pues los recién nacidos solo son para los colombianos.

(Fuente: www.cronicadelquindio.com)