La cineasta argentina Daniela Fejerman se emociona al hablar de su película. Después de meses de escritura, búsqueda de financiación, rodaje y postproducción, todavía se le humedecen los ojos. Porque La adopción es una ficción basada en su propia experiencia de adopción en Ucrania. Con Nora Navas y Francesc Garrido en el reparto, y la participación de TVE, La adopción se estrena el 13 de noviembre en salas.
Fejerman pasó junto a su pareja dos meses en Ucrania envueltos en un laberinto burocrático que parecía no tener salida. “Siempre lo digo: era como estar viviendo dentro de un cuento de Navidad contado por Kafka”. Buscaba vías de escape halando con amigos como el guionista y director Alejo Flah. “Me decía: Ya verás como con el tiempo lo verás con distancia, hablarás sobre elle sin problemas”.
Dicho y hecho. El propio Flah fue el elegido par coescribir La adopción y, de alguna manera, tomar distancia de sus vivencias. Rodada íntegramente en Lituania, es la primera incursión de Fejerman en el drama tras dos comedias: A mi madre le gustan las mujeres (2002) y Semen, una historia de amor (2005).
"Cuando la película empieza, la pareja llega con mucha ilusión, pero llegan con mucho vivido: llevan años de tratamiento y han intentado tener un hijo de todas las formas", explica la directora sobre el planteamiento. "Piensan que llegan para culminar un proceso, pero se encuentran que no es el final, es el comienzo de una aventura que les mete en un terreno desconocido para el que no están preparados".
Ese terreno son las complicaciones de los organismos encargados de facilitarles la adopción. Primero mostrándoles niños con graves enfermedades y luego siendo tentados por un mercado negro que ofrece agilizar trámites. Todo en un idioma que no conocen y desconfiando hasta de su traductor. Situaciones que ponen a prueba a una pareja que llega con las mejores intenciones.
“Es horrible. Cuando te ves ahí, en caliente, enfrentado a la existencia de niños con problemas. ¿Qué hago? ¿Dónde pongo la frontera? Te sientes como una especia de médico genésico que va allí a elegir”, recuerda Fejerman.
La adopción, que fue ovacionada en el último Festival de Valladolid, funciona por la honestidad de Fejerman al narrar sin sentimentalismos y por el gran trabajo interpretativo de Navas y Garrido. "Son grandes actores y tenían que crear su personaje: el saber que había una raíz personal les aportaba mucho compromiso, pero también libertad".
La tensión acumulada explota en la relación de la pareja protagonista. “En situaciones de estrés extraordinario es fácil que salgan cosas que no conoces, y también que asomen conflictos que en una pareja se tapan porque provocan conflictos. Y entonces salen como reproche o acusación”.
Coproducción entre España y Lituania, Fejerman no cita Ucrania y sitúa la acción en un país indeterminado. La directora explica que necesitaba nieve para el clima opresiva y, felizmente, la encontraron contra pronóstico. Quizá era un augurio que recuerda que las lágrimas de Fejerman también son las de un buen final feliz.
(Fuente: RTVE.es)
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