viernes, 10 de mayo de 2013

La belleza que emana de la Adopción.

     Bien sea por infertilidad, por el deseo de apoyar a un niño sin padres, o por cualquier otra razón; la decisión de adoptar debe conllevar un proceso de gestación y maduración de la idea. Cabe mencionar que según las estadísticas, la mayoría de las parejas inician la búsqueda de un hijo adoptivo, luego de 5 años de intentos fallidos de paternidad.

     En la adopción, el deseo de tener un hijo debería ir cobrando cuerpo hasta convertirse en una realidad. Tomemos en cuenta que al mismo tiempo conviven los complicados mecanismos legales para adoptar a un niño con sus dudas y miedos, tales como: ¿Será sano físicamente? ¿Los padres biológicos vendrán a buscarlo? ¿Cómo será su familia? ¿Mi familia lo aceptará? ¿Nos querrá?

     Por estos motivos, es básico que la pareja, o bien el futuro padre o madre adoptivo, busque apoyo (emocional, psicológico y legal) en las entidades pertinentes. Una alternativa esencial a tomar en cuenta es la de conversar con padres que hayan adoptado, o que se encuentren en el mismo proceso de búsqueda, para compartir y enriquecerse mutuamente con sus experiencias.

     Adoptar a un niño debe implicar un deseo muy profundo de paternidad. Es crucial tener en cuenta que los padres biológicos también deben "adoptar" a sus propios hijos, eso significa asumir una nueva vida en la que están signados por el rol de padres.

     Un asunto importantísimo es que a los niños adoptados no se les debe ocultar la realidad de su procedencia, e incluso deberían poder acceder a la información contacto de sus padres biológicos, por si los quieren conocer en cualquier momento.

     Muchas personas ya de adultos se enteran que sus verdaderos padres no son los que ellos creyeron toda su vida, y esto les causa un dolor profundo, ya que se sienten engañados por las personas en las confiaron siempre. Por ende, a los centros de adopción les corresponde mantener sus registros bien organizados con la información actualizada y a disposición de los interesados.

     Para cerrar, comparto este poema de José García Velázquez, el cual demuestra la belleza que emana de la ADOPCIÓN:

     En este mundo hay personas
con tan grande corazón
que pueden cambiar la historia
en contra de la razón,
capaz de saltar barreras
de fronteras culturales
y ponerse por montera
necios prejuicios raciales.
     Desafiando al egoísmo,
la enfermedad o el terror,
dan lo mejor de sí mismos
a través de la adopción.
     Pero hay que reconocer
− y creo que no me equivoco−
que para así proceder
hay que estar un poco loco…
     ¡Aunque bendita locura
que hace triunfar al amor
salvando a tantas criaturas
de injusta marginación!
(Fuente: www.entornointeligente.com)

No hay comentarios:

Publicar un comentario