Kumara colabora con dos centros de acogida en esta ciudad en los que viven actualmente cerca de 80 menores y de los que proceden todos los niños nepalís (cerca de 50) que fueron adoptados por padres aragoneses cuando la legislación lo permitía. De hecho, los hermanos de algunos de los niños adoptados siguen viviendo allí ya que Nepal impedía adoptar juntos a dos hermanos del mismo sexo.
A día de hoy, cuarenta familias aragonesas tienen apadrinados a niños de estos centros. Algunos de ellos son hermanos de sangre de sus hijos.
Sin luz ni agua potable
Como el terremoto ocurrió en sábado, los chavales que no son huérfanos pasaban el fin de semana con sus familias y los centros todavía no han conseguido localizarles. "A lo mejor están bien y simplemente no pueden volver por cómo están las cosas", tranquiliza Antonio Ruiz, presidente de Kumara.El responsable de uno de los centros, Basanta Rijal, ha informado en una carta dirigida a la asociación zaragozana de que algunas de las familias de los menores han perdido sus casas: "Estamos tratando de averiguar qué ha sido de ellos", prosigue Rijal.
"En este momento hay 19 niños en el orfanato de entre 6 y 16 años -continúa el director de la casa de acogida- no tenemos electricidad ni agua potable desde el sábado, el aire está muy contaminado por culpa del terremoto, de las lluvias y del mal olor de los muertos en la ciudad y estamos preocupados por la salud de los menores".
Padrinos comprometidos
Desde que ocurrió la catástrofe, las familias con niños apadrinados se han ido poniendo en contacto con los gerentes de la ONG Kumara y de la entidad colaboradora en Aragón de la adopción internacional en India y Nepal, Namasté."Quieren saber cuál es la situación de los niños pero por lo que sabemos los nuestros están bien. Aunque la comunicación está siendo difícil porque los responsables de las casas de acogida salen a ayudar en sus zonas y se están encontrando a muchos más niños sin familia", informa por su parte Montse Sanz, directora de Namasté.
"Antes del terremoto teníamos a 40 niños en cada centro pero en uno de ellos ya se espera que haya 200 dentro de poco", añade el presidente de Kumara.
Los padrinos de estos niños y los padres que adoptaron a sus hijos en Nepal se han movilizado para intentar ayudar en todo lo posible. Sus hijos proceden de estos centros y se sienten vinculados a ellos y a los niños que no pudieron ser adoptados antes de que España bloquease las adopciones con Nepal.
Laura es una de estas madres. Tiene una hija nepalí adoptada y a un niño apadrinado que proceden del mismo orfanato: "En 2008 se cerraron las adopciones y fue justo cuando vino mi hija. A los padres nos quedó la impotencia de ver que muchísimos niños seguían estando en el orfanato en una ciudad (Katmandú) plagada de orfanatos y de niños mendigando en la calle, esnifando e incluso obligados a prostituirse. Por eso hemos mantenido la relación con estas casas de acogida y queremos ayudar en todo lo posible".
Estas asociaciones y padres han organizado un acto de sensibilización que se celebrará el próximo 8 de mayo en la Casa de las Culturas a las 19.00 y al que acudirá el alpinista Carlos Pauner.
(Fuente: www.heraldo.es)
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