El pasado octubre, Rusia bloqueó las adopciones internacionales con países con los que no tuviera un convenio bilateral. Esto provocó que se pararan los procesos de adopción de más de 500 familias en toda España, 50 en Catalunya, que ya habíamos viajado a Rusia, conocido a nuestros niños y aceptado la asignación. Solo quedaba volver para, después de un juicio con una sentencia favorable, llevar a los niños a casa. El convenio fue acordado por ambos gobiernos a finales del 2013, pero no se ha firmado. Y lo que es peor y más dramático: nuestro Gobierno no ha conseguido (dudamos que siquiera intentado) garantizar que las familias mantengan sus asignaciones. Unas 15 familias han visto, en estos meses, que sus hijos eran dados a familias rusas. Hemos pedido a nuestros dirigentes que, mediante su intervención diplomática, garantizaran que los menores que ya habían sido conocidos y aceptados por familias españolas no continuaran en los bancos de datos de adopciones en la Federación Rusa. Pero no hemos sido escuchados. No entendemos que el Gobierno español haya sido incapaz de garantizar el bienestar de tantas familias ni de proteger los intereses de sus ciudadanos en una cuestión tan delicada y dolorosa, con un Estado con el que hay buenas relaciones. Nos sentimos totalmente desamparados, desprotegidos. Según el Gobierno, la firma es inminente, pero vivimos con el miedo constante de no volver a ver a nuestros hijos, como ya les ha pasado a demasiadas familias.
(Fuente: www.elperiodico.com)
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