En 2014 ningún niño mayor de siete años fue adoptado en Uruguay. Pero esta no es una situación nueva. En 2003, 2004, 2009 y 2010 ninguna familia o persona soltera manifestó su intención de adoptar a un "niño grande".
Cuando más pasa el tiempo, menos posibilidades tiene un niño de ser adoptado.
Lo sucedido en 2013 es un ejemplo contundente. Según datos brindados por la directora interina del Departamento de Adopciones del INAU, Norma Lemes, ese año se concretaron en total 115 adopciones. De estas, 72 fueron niños de hasta dos años, 36 fueron adopciones de niños entre tres y siete años y solamente siete de niños mayores de siete años fueron adoptados. Se infiere, además, que estos niños tienen hermanos menores. Y, como los grupos de hermanos permanecen unidos, los mayores de siete con hermanos menores tienen más posibilidades que los hijos únicos de ser adoptados.
Este año se está cumpliendo la misma tendencia. Hasta el 16 de mayo se habían concretado 38 adopciones: 28 niños de hasta dos años, 10 de entre tres y siete y ninguno de más edad.
"Nuestra sociedad considera que esos niños son grandes para ser adoptados. Y a veces no nos preguntan cuáles fueron sus condiciones de vida previas", explica Lemes. "Nuestro país tiene una alta predilección por lo niños chiquititos de hasta cuatro años. Y de un grupo no mayor de tres hermanos. Con tres hermanos estamos teniendo problemas para encontrar respuestas", agrega.
Aurora Reolón, presidenta de la Asociación de Padres Adoptantes del Uruguay (APAU), tiene otra explicación a este fenómeno. "En el mundo, las personas que adoptan son familias que ya tienen hijos y adoptan niños en el extranjero o con enfermedades. Acá la mayoría son personas que no pudieron gestar. Entonces, el ansia del hijo chiquito está presente", explicó.
Existe el miedo, explica, a que "el niño venga con una carga de heridas emocionales que a veces a uno le puede dar miedo de remontar".
Espera.
La espera para concretar una adopción en Uruguay es un reclamo de larga data. Lemes, del INAU, aclara que estos plazos se acortaron y que están en el entorno de los cuatro años si la persona o familia cumple con todos los requisitos a tiempo.
Sin embargo, hay una manera de acortar la espera y es, justamente, estar abierto a adoptar niños mayores de siete años, grupos grandes de hermanos, niños con enfermedades o de alguna minoría.
"Nosotros les hacemos una evaluación prioritaria a esas personas porque el que no espera es el niño", explicó. Así, en vez de ceñirse al orden de inscripción, se evalúa primero el caso de los adoptantes más flexibles. En estos casos la adopción puede pasar a demorar unos dos años y medio en lugar de cuatro.
Lemes comentó que muchas veces son los interesados los que demoran la adopción.
Por ejemplo, comentó, en 2013, 367 familias o personas solas concurrieron a las entrevistas informativas del Departamento de Adopciones.
Sin embargo, solamente 132 concretaron la inscripción para comenzar con las evaluaciones y la adopción. "El tiempo no es todo nuestro", aclaró.
La edad promedio de los adoptantes es de 40 años.
La última semana de cada mes, el INAU agenda entrevistas informativas con aquellos interesados en adoptar niños. Dicha entrevista tiene validez de un año, tiempo en el que los interesados pueden concretar la inscripción.
Luego, los interesados participan de tres talleres de modalidad mensual y en ese momento pasan a la valoración de idoneidad. Cuando terminan estas dos etapas recién pueden ingresar al registro único de aspirantes.
Sin adopciones fuera de fronteras
Desde 2010 no se concreta en Uruguay una adopción internacional, ya sea de uruguayos adoptando a un niño extranjero o de no uruguayos adoptando a un niño en el país. El último caso fue el de una pareja de españoles que, residiendo en el país, decidieron adoptar a un niño uruguayo. Los mecanismos para una adopción internacional no son fáciles, ya que implican papeleo en, al menos, dos países y siempre se priorizan las adopciones dentro del país en donde nació el niño. "Se considera la adopción internacional para esos niños o niñas que no puedan tener respuesta en nuestro país", explicó Norma Lemes, directora interina del Departamento de Adopciones del INAU.
(Fuente: www.elpais.com.uy)
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