Los expertos aconsejan a los padres de niños adoptados abordar todo lo relacionado con esta condición y con sus países de origen con naturalidad a lo largo de toda la infancia, o al menos entre los 9 y los 11 años, para evitar conflictos derivados de la adopción en la adolescencia. «Es algo que no se debe dejar de hablar nunca y que tiene que estar siempre presente», aconseja la psicóloga de la asociación Vinculalia Eva Rico Llorca, que intervino ayer en el Club INFORMACIÓN de Alicante en la charla «Completando el puzzle: adolescentes y adopción», en la que también participaron las psicólogas Isabel Mayordomo y Ana Rosser; el trabajador social Francisco Javier Santos; y Carmen Ojeda, una madre adoptiva.
«Cada familia es un mundo pero que un niño no hable de su condición de adoptado no significa que lo tenga asumido o integrado, como pueden pensar los padres. Muchas veces no lo hablan porque lo tienen reprimido, no saben qué respuesta van a tener, o creen que los padres lo van a entender como una afrenta a su lealtad. Hay que darles la oportunidad de hablarlo, y este aspecto lo trabajamos mucho en consulta», aseguró la psicóloga, que dijo que, aunque normalmente a los niños se les explica de pequeños que son adoptados, el tema luego suele quedar apartado y es bueno retomarlo antes de la adolescencia, para saber cómo se sienten. «Los nueve o diez años es una buena edad, porque el niño empieza a tener más autonomía, está construyendo su identidad, ya tiene sensación de que puede hablarlo y esto favorece las cosas».
Durante la charla, los psicólogos participantes abordaron los problemas relacionados con la adopción que se pueden presentar en la adolescencia, así como las estrategias para facilitar este paso. La asociación Vinculalia, que fue fundada hace dos años como un espacio de familia y adopción, tiene varios grupos de trabajo, entre ellos uno de preadolescentes de 10 a 12 años, con los que interviene a nivel individual incidiendo en cómo se sienten los niños con su condición de adoptados y cada uno de ellos con sus orígenes.
Eva Rico opina que es positivo que conozcan la cultura de su zona de procedencia, «es bueno ir aportándoles todo lo que tenga que ver con su verdad e historia previa a la adopción para que entiendan que hay otras formas de ser y puedan elegir. Porque, aunque su cultura sea ésta, la mayoría tienen rasgos diferentes, y es bueno que entiendan, según la edad y carácter del niño, que tienen que ver con otros lugares y culturas». Vinculalia está preparando talleres mensuales con padres adoptivos para trabajar con ellos la búsqueda de identidad de sus hijos y que puedan compartir experiencias, «porque esto ayuda mucho».
(Fuente: www.diarioinformacion.com)
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