Las mujeres —madre e hija- que presentaron el recurso querían conocer el origen de su pariente muerto, ya que sospechaban que era español y fue adoptado en la Unión Soviética entre 1936 y 1939, cuando la Guerra Civil sacudía al país peninsular.
Las instancias jurisdiccionales habían rechazado su solicitud, alegando que solo los adoptadores pueden revelar la filiación biológica, aunque en este caso habían fallecido hace mucho tiempo.
Según explicó a RIA Novosti la jueza Larisa Krasávchikova, la resolución de la Corte Constitucional se aplica a las muy pocas situaciones, cuando la adopción se revela después de la muerte del adoptado y de los adoptadores y ya es imposible obtener su consenso.
"Si el adoptador no reveló esta información, el secreto de adopción sigue vigente tras su muerte, tampoco cambian los efectos jurídicos de la adopción; con esta consideración, la Corte Constitucional de Rusia otorgó a los tribunales el derecho a decidir en cada caso si los descendientes del adoptado pueden recibir la información sobre la adopción", dijo.
La resolución de la Corte Constitucional recuerda que la información sobre antepasados puede resultar necesaria para evitar matrimonios incestuosos y enfermedades genéticas, por lo que el rechazo de conceder estos datos podría violar los derechos constitucionales.
(Fuente: www.mundo.sputniknews.com)
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