En 2014 llegaron 824 menores de distintos países por los 5.541 que lo hicieron en 2004, según los datos analizados por Statista
Las características de los menores que los países ofrecen en adopción ya no coinciden con lo que quieren las familias españolas: sanos de 0 a 2 años y en su mayoría niñas
"Las nuevas medidas de los países de origen han ralentizado los plazos de tramitación haciendo que la adopción se convierta en un futurible demasiado lejano".
Los 15 primeros países receptores del mundo adoptaron un 70% menos en 2014 que en 2010, según las cifras recogidas por Peter Selman, de la Universidad de Newcastle. España era –de acuerdo con el mismo estudio– el segundo con más adopciones en 2004, pero los cambios legislativos y económicos en los países de origen y la falta de correspondencia entre el perfil buscado por los adoptantes y el de los menores que necesitan un hogar han motivado que las cifras se hayan reducido un 85% en los últimos 10 años. La inseguridad económica provocada por la crisis también ha influido en el descenso, según los expertos consultados.
Menos países y políticas más proteccionistas
El proceso de adopción que vivieron Carlos y su compañera para poder acoger a su hija Marta duró dos años. Marta llegó a España en 2003 procedente de China, uno de los países en los que tradicionalmente más han adoptado los españoles. Desde entonces, los tiempos de espera de las familias que solicitaron acoger menores en este país se han extendido hasta los 8 y 9 años.
China es uno de los lugares donde el proceso de adopción ha cambiado. Las diferentes Entidades Colaboradoras de Adopción Internacional (ECAI), los organismos acreditados por la Administración para gestionar este proceso, empezaron a percatarse del retraso de las adopciones procedentes del gigante asiático en 2007.
"Los países donde las condiciones económicas se han invertido, como es el caso de China, han incrementado las medidas de protección sobre sus menores. Son países que, al haberse desarrollado más, han entrado en una política que prioriza las adopciones nacionales, que los niños y niñas se queden en su país", señala Ana Miramontes de MIMO, una de las ECAI que gestiona adopciones.
Pero China no es el único país en el que se ha reducido drásticamente el flujo. Los menores adoptados en Rusia son muchos menos desde que los cambios legislativos del país paralizaran todos los expedientes en 2013 a la espera de un convenio que vetara a las parejas homosexuales y que España firmó un año mas tarde. En Etiopía, fue el colapso de solicitudes el que paralizó la presentación de nuevos procesos de adopción.
"Se trata de procesos dinámicos que van evolucionando con las circunstancias de los países, somos muchos los estados que adoptamos internacionalmente y cada vez los países que tienen abiertas las posibilidades de adopción internacional se van reduciendo", afirma Blanca Rudilla, directora de la Asociación para el Cuidado de la Infancia (ACI). "Las nuevas medidas de los países de origen han ralentizado los plazos de tramitación haciendo que la adopción se convierta en un futurible demasiado lejano", añade Miramontes.
Las solicitudes no se adaptan a los menores
Las ECAI también llevan años advirtiendo de que el tipo de demanda de las familias españolas no coincide con las características de los menores que los países ofrecen en adopción. La mayoría de las solicitudes son para menores sanos de 0 a 2 años y en su mayoría para niñas, pero los menores que viven en los orfanatos no reúnen estas características. "En la actualidad los menores que se abandonan en países como China son mayoritariamente niños con ciertas patologías que las familias de origen no pueden afrontar ni asumir", afirma Rudilla.
Algo que también sucede en Rusia donde, según Manuel Luna, director de la Asociación Internacional para la Protección y Ayuda de los Menores del Este, "el perfil de los niños ha cambiado, tienen algún tipo de problema médico –normalmente recuperable– y la edad ha aumentado, y eso a las familias de acogida no les interesa tanto".
Frente a esta situación, países como Holanda han decidido apostar por el llamado "Pasaje Verde", un proceso diferente para la adopción de huérfanos que en 2009 alcanzó el 66% de las adopciones de este país, mientras que en nuestro país sólo supuso el 9%. Los menores adoptados mediante esta vía tienen alguna enfermedad que puede tratarse, algún tipo de diversidad funcional o son niños y niñas con una edad que las familias que adoptan no suelen querer.
Desde ACI consideran imprescindible que los solicitantes comprendan que el proceso ha cambiado: "Las familias españolas tienen que plantearse qué tipo de niños hay en los orfanatos a día de hoy", afirma su responsable. "Hay muchas de las dolencias, como el VIH, que en España son muy asumibles. Las solicitudes se deben ir adaptando a la realidad de los menores", añade Lorena Morales, representante de Familias de Colores, otra de las asociaciones que gestiona adopciones en España.
Incertidumbre y recortes
"La adopción internacional, además, se ha visto muy afectada por los recortes en temas sociales", añade Manuel Luna, que coincide con los representantes de otras ECAI al señalar que la falta de recursos y la reducción de plantilla han ralentizado la elaboración del informe de idoneidad necesario para que las familias puedan continuar con la adopción.
La crisis no ha afectado únicamente a la adopción en forma de recortes. Según la representante de MIMO, "las familias se han encontrado con una realidad con la que no contaban. La incertidumbre económica les ha llevado a tener un poco de miedo que puede llevar al desistimiento para querer continuar con el proceso de adopción".
(Fuente: www.eldiario.es)
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