Uno de los primeros objetivos que se intentan tras llevarse a cabo una adopción es, recuperar el tiempo perdido del menor (no el nuestro), y crear un vínculo que transmita la seguridad necesaria a través de quienes estemos a su lado; que se sienta protegido, para así empezar a sentirse seguro él mismo y conseguir hacer de cualquier trauma pasado ó futuro, un motivo para superar y saberse capaz de ello...
Más adelante, vendrá la confianza para poderle ayudar en sus dudas y problemas.
El vínculo que hemos de procurar, será siempre también el del afecto y la tranquilidad; no el del nerviosismo ó la duda...al igual que el del reparto de las inquietudes, tareas y el cuidado, de forma que vea confianza y amor en todos quienes le rodean, incluyendo a quienes ocasionalmente, pasen más tiempo a su lado.
También es cierto, que en el caso de las madres (tanto en pareja como en caso de monoparentales), cuando ellas se ven seguras debido al apoyo afectivo y la ayuda social; pueden ofrecer mayor seguridad al pequeño(-a) y transmitir esa tranquilidad...del mismo modo que el stress ó la soledad, pueden causar el efecto contrario en el futuro hijo. Éste es uno de los motivos de la importancia de tener quién te dé apoyo; y no únicamente durante el proceso, sino también después: la importancia de la familia y los amigos incondicionales.
En caso de tratarse de una pareja, el pequeño aprenderá del conjunto; del padre y la madre y la forma de asociarse y cooperar, y es ahí donde aprenderá a incorporarse a la familia con esa manera de compartir, ya que ésto, evitará que únicamente sea uno de los miembros de la pareja quien adquiera fuerza en el vínculo. Así, se elimina la relación de evitación de uno de los miembros de la pareja, y es más posible que consiga los medios necesarios para fortalecer su desarrollo y con ello, nos lo hará parecer más fácil a quienes le rodeamos...
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