La visión de la película española “La adopción” estrenada a finales de noviembre pasado me ha dado motivos para “estrenarme” en vuestro blog. La producción está basada en la experiencia personal vivida por su directora Daniela Féjerman (Buenos Aires, 1964), para adoptar un niño en un país del Este de Europa (Ucrania). Debo deciros que esta película se ha estrenado en pocas salas de cine de nuestro país. He visto muchas películas sobre este tema y en casi todas me he sentido identificada como madre adoptiva que soy, pero en este film aún más, ya que la pareja protagonista es española.
La primera parte de la tramitación en nuestro país ya requiere un largo recorrido burocrático con certificados médicos, laborales con los ingresos económicos de la familia y todos los documentos que deben apostillarse por la Convención de La Haya en el Colegio de Notarios. Asimismo las varias sesiones de reuniones con otros padres con psicólogos y trabajadores sociales para conseguir el certificado de Idoneidad, incluyendo una visita domiciliaria para comprobar la adecuación del futuro hogar del niño. Todo este proceso es necesario para valorar si das el perfil idóneo para ser padres adoptivos, que por cierto también implica un importe elevado para obtenerlo.
Pero la segunda parte ya en el país escogido, teniendo en cuenta que las posibilidades reales de escoger un país no son tantas, aunque continuamente se van abriendo otros países pero también se cierran otros por distintas causas. Entonces “la aventura” se puede complicar con situaciones inesperadas como esperar tiempos más largos de espera que los que te han informado, lo que significa mayor coste económico, el desconocimiento del idioma aunque dispongas de un traductor en español, en nuestro caso muy profesional y amable, intervienen otras personas, que si dominan algo el inglés también puede ayudar a mantener una buena comunicación, pero te sientes desvalido si no conoces el idioma ruso, al menos en nuestro caso ya que como sabes si la traducción de cualquier comentario importante sobre el niño es fiable?, ¿y la corrupción existente en muchos países?, si se complican los trámites por problemas que no esperabas, como en el caso de la película que existe un familiar que quiere quedarse con el niño, o aparecen otros hermanos con posibilidad de adoptarlos también, entre otras situaciones no esperadas.
Otro factor como el frío invernal de estos países también influye en el estado de ánimo. Por suerte nosotros viajamos la primera vez en mayo, aunque nevaba un poco, y el segundo viaje en agosto el clima ya era similar al nuestro.
Es un proceso que pone a prueba al igual de hacerlo en pareja o sólo/a, todas nuestras emociones, tanto las positivas como las negativas. Nosotros también sufrimos algunos obstáculos, que por suerte al final no fueron insalvables. La adopción en Rusia requiere dos viajes, pero a veces hay que hacer tres, sino es posible que te asignen un niño en el primer viaje. En los países del Este el historial médico de los niños constan problemas que no sabes si son ciertos o están exagerados para así conseguir que puedan ser adoptados internacionalmente y por supuesto hay que consultar con algún médico de nuestro país, aunque en Rusia los niños de los orfanatos tienen revisiones periódicas de control de la salud. Nuestra hija con dos años escasos tenía diagnosticada una miopía con las mismas dioptrías detectadas en la revisión que le hicimos al regresar.
Cuando regresas piensas que es mejor no explicar esta aventura a los amigos o familiares y si acaso comentarlo en plan de haber vivido experiencias y anécdotas positivas como si hubiéramos estado en un viaje turístico.
A veces pienso, ¿repetiríamos otro proceso de adopción?. No lo sé. Nuestra hija como casi todos los hijos únicos quiere tener un hermano, pero nosotros ya somos “seniors”desde hace años y también pienso cualquiera se arriesga a repetir otro proceso, aunque finalizó bien. Cada adopción es diferente, pero todas son algo parecidas. Por supuesto que hay segundas e incluso terceras adopciones en una misma familia y el hacerlo supone una vivencia personal positiva e irrepetible. El tener un hijo/a adoptado creo que conlleva siempre un plus añadido para los padres y madres al educarlo en las diferentes etapas de su desarrollo. Pero la post-adopción requiere otros posts o comentarios, ¿no creéis?
Y vosotras malasmadres que habéis adoptado vuestro buenhijo o buenahija, ¿cómo fue el proceso? Contadnos vuestras experiencias.
(Fuente: www.clubdemalasmadres.com)
No hay comentarios:
Publicar un comentario