viernes, 16 de octubre de 2015

Solo Andalucía y Extremadura pagan ayudas directas por natalidad


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La crisis y la decisión del Gobierno Zapatero de eliminar el cheque bebé a los tres años de su puesta en marcha hizo que la práctica totalidad de las comunidades autónomas renunciasen o eludiesen explorar la vía de la ayuda económica directa a la natalidad y la conciliación familiar, que ahora implantará Galicia a partir de enero, como anunció en el debate sobre la autonomía Alberto Núñez Feijoo.

Andalucía y Extremadura eran hasta ahora las únicas comunidades que mantenían activas vías de apoyo directas a las familias traducidas en ingresos en sus cuentas. Las demás autonomías, incluida Galicia, han optado por activar deducciones fiscales que premian la natalidad, minoran el gasto en guarderías y colegios o incluso la contratación de empleados en el hogar.

El controvertido cheque bebé le costó a la Administración central mil millones de euros anuales de media, y 100.000 le supone actualmente a la Diputación de Zamora el pago de mil euros a cada familia que dé a luz un bebé en alguno de sus pueblos de menos de mil habitantes.

La Xunta aún no ha desvelado cuál será el coste del cheque gallego, que Feijoo ha asegurado que llegará en forma de cien euros al mes al 80 % de las familias que tengan hijos a partir de enero y durante los tres primeros años de vida de los pequeños. El caso más parecido a la propuesta del Gobierno gallego es el aplicado por la Junta de Andalucía. En su caso la ayuda es de 50 euros al mes por hijo de hasta tres años (600 euros al año), pero la condición básica es contar con otros dos hijos como mínimo. La media se aplica siempre y cuando no se supere once veces el salario mínimo. También las madres de partos múltiples reciben un cheque que oscila entre los 1.200 euros en el caso de dos hijos, a 4.800 en el de cinco.

Únicos dos casos

Salvo el caso andaluz, solo la Junta de Extremadura mantiene en los planes autonómicos a la natalidad incentivos económicos directos, que en su caso se limitan al momento del nacimiento o adopción. Las madres extremeñas reciben así un pago único de 1.400 euros por nacimiento o adopción si residen en pueblos de menos de 3.000 habitantes y de 500 euros en las localidades mayores en el caso del primer hijo y de 1.000 euros en los segundos y sucesivos. Las ayudas directas en las dos provincias extremeñas se extienden a 300 euros por hijo nacido de parto múltiple cuando la familia no supere los 24.000 euros de tributación, y a 250 euros más por acogimiento de menores de edad.

Todas las demás ayudas que se conceden en las demás autonomías en el marco del apoyo a la natalidad, la familia y conciliación revierten en fórmulas diversas de deducción en la declaración de la renta, vía que también adoptará el año que viene el renovado cheque bebé que Mariano Rajoy anunció en febrero pasado, del que solo se podrán beneficiar las familias monoparentales con dos hijos, cuyo padre o madre cuenten además con un trabajo que no supere las cuatro horas diarias.

La casuística de desgravaciones familiares es tan diversa como número de autonomías existen en España. Las más notables por su cuantía son las que ofrece el Gobierno de Navarra, sujeto como el vasco a un régimen foral propio y notablemente más favorable que el del resto de las comunidades. Las deducciones en dicha comunidad benefician incluso a familias con hijos de 30 años que convivan en el domicilio familiar. Oscilan desde los 1.732 euros por un hijo a 4.620 por el sexto.

Familias numerosas

Al margen del caso navarro, es Asturias, una de las comunidades más envejecidas del Estado, la que más prima la existencia de familia numerosas. El Principado apoya a las unidades familiares con cinco hijos o más con 1.010 euros, la misma cantidad que se puede desgravar en dicha comunidad en el caso de realizarse una adopción internacional, trámite también incentivado, más que las adopciones nacionales, en Aragón o Castilla y León.

El cambio en la configuración de las familias ha hecho también que se adopten medidas específicas de apoyo a las que menos posibilidades de conciliación tienen de entrada, como es el caso de las monoparentales, una de las pocas beneficiadas en Murcia, por ejemplo, con deducciones de hasta 660 euros anuales en el gasto de guarderías y colegios. Andalucía bonifica también a las familias con un solo progenitor con cien euros mensuales de desgravación, pero siempre y cuando dicha unidad familiar cuente también con un mayor de 75 años a su cargo. Asturias concede deducciones a las familias monoparentales de hasta 303 euros, si sus rentas son inferiores a 8.000 euros.

Menos en Cataluña

Cataluña es junto a Cantabria y Murcia la autonomía que menos prima la natalidad y a la familia. La Generalitat reduce a una deducción por padre de 150 euros por nacimiento o adopción. A mayores considera deducibles los intereses del pago de estudios de máster y doctorados.

Finalmente, y pensando en la conciliación familiar, Galicia es una de las escasas comunidades donde además de apoyarse el nacimiento y adopciones se establecen ayudas económicas para rebajar el coste de empleados de hogar contratados para lograr más tiempo en el hogar. La Xunta tiene establecida una deducción del 30 % del gasto de la empleada del hogar hasta un límite de 200 euros y solo en caso de contar con hijos de menos de tres años y de padres con trabajo.

Galicia se suma a la tendencia de reducir al mínimo el impuesto de sucesiones

Lo anunció el presidente en el debate sobre el estado de la autonomía y los detalles se conocerán el lunes, pero Galicia se suma a la tendencia de prácticamente eliminar el impuesto de sucesiones. Actualmente en Galicia no tributaban las herencias cuya cuota líquida (lo que corresponde por heredero) no superara los 125.000 euros. En el caso de que excediera dicha cuantía, quedaban exentos los primeros 18.000 euros, pero se tributaba por el resto a una tarifa que oscila entre el 5 % y el 18 % que, como señalan los expertos del Registro de Asesores Fiscales (REAF) del Consejo General de Economistas de España, «está muy por debajo de la tarifa estatal, que llega hasta el 34 %».

En cualquier caso, los cambios avanzados por el presidente se traducirán en que el 99 % de los gallegos que hereden no pagarán impuesto de sucesiones por ello, y el 1 % restante pagará menos, ya que, según explican fuentes de Facenda, a partir del próximo año «todo lo que sea inferior a 400.000 euros estará exento». El límite se multiplica por 3.

Tendencia general

En su último estudio comparativo de la fiscalidad autonómica y foral, el REAF ya destacaba la «tendencia normativa» creciente entre las comunidades a rebajar este impuesto. En el caso de los sucesores más cercanos (cónyuge, descendientes, ascendientes y adoptados de 21 o más años, los de menor edad no pagan o son cantidades simbólicas), siete comunidades «prácticamente liberan de tributación en el 2015 a este grupo: País Vasco (el 1,5 %) y Navarra (el 0,8 %), Baleares, Cantabria, Castilla-La Mancha, La Rioja y Madrid». A partir de ahora también se incluirá Galicia.

Aunque la casuística es diferente en cada territorio, lo cierto es que las diferencias son enormes. Lo ilustra un ejemplo de los asesores fiscales: un soltero de 30 años hereda bienes de su padre por valor de 800.000 euros, de los que 200.000 corresponden a la vivienda del fallecido. Mientras que en Andalucía hoy liquidar el impuesto de sucesiones le costaría más de 164.000 euros, en Cantabria, La Rioja o Madrid oscilaría entre 1.200 y 1.500, y en Galicia serían algo más de 55.000 euros.

(Fuente: LA VOZ DE GALICIA)

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