lunes, 10 de junio de 2013

Adopción en Córdoba (Argentina): Apenas 200 trámites de adopciones al año.

Casi cuatro mil parejas anotadas en el Registro Único de Adopciones (RUA) esperan ese llamado que tarda años en llegar y que les cambiará la vida. Esperan esa voz del otro lado del teléfono que les cuente que hay un bebé, o un niño ya crecido, o un grupo de hermanos esperando.
Pero los números no dan. Es que en toda la provincia de Córdoba, en un año se tramitan en la Justicia apenas un par de centenares de adopciones al año. En 2011, últimos datos completos disponibles, todos los Tribunales de la Provincia tramitaron en total 202 adopciones.
Y cada vez son menos las adopciones que pasan por el RUA de la Provincia (ver Infografía).
Así, se ensancha la asimetría que existe entre la cantidad de chicos “disponibles” y la cantidad de personas que quieren recibirlos.
Según datos publicados el año pasado, en 2012 había más de 3.600 adultos anotados el registro en toda la provincia. Mientras que en todo 2011 hubo sólo 26 niños dados en adopción por esa vía, cuando la totalidad de trámites por adopción fueron 202.
Es decir, sólo un pequeño porcentaje de las adopciones que se dan son a través del Registro.
Vale recordar que, en el actual sistema, los niños pueden darse legalmente en adopción a través de dos vías: la registral o la entrega directa.
En la segunda opción, la madre biológica elige al futuro adoptante, quien luego convalida esa guarda de hecho vía judicial.
Pero es la madre –y no el juez– la que primero entrega el bebé y recién con posterioridad intervienen los órganos especializados. Así, el guardador se convierte en padre/madre adoptivo si las evaluaciones del equipo técnico de Tribunales son positivas y el juez lo autoriza.
Seguramente hay muchos más padres adoptivos en Córdoba. Lo que sucede es que muchos viajan a buscar chicos a otras provincias, donde hay más necesidades económicas.
En esos casos, el trámite se realiza en el otro distrito, es decir, en el lugar donde se encuentra el niño. En esto acuerdan los operadores de justicia y también las personas que están durante años a la espera de un niño, a quienes en el proceso de búsqueda les ofrecen esa opción.
Mujeres pobres. También es importante el planteo sobre quién es la mujer que está del otro lado, esa que entrega a su hijo para que deje de serlo por siempre.
La camarista Graciela Moreno de Ugarte no titubea: “Son todas mujeres humildes”.
“Ellas mismas dicen que lo entregan porque no tienen posibilidades económicas de quedarse con el niño”, cuenta. Y dice que excepcionalmente aparece alguna chica joven, universitaria, que da su hijo, pero que es realmente extraño.
Además, consideró que al menos hasta tanto se prohíban las entregas directas, habrá cada vez menos niños “disponibles” a través del registro.
¿Por qué? Sucede que la Convención de los Derechos del Niño y la ley nacional 26.061 que la recepta establecen que la adopción es la última instancia.
Así, el Estado debe intervenir para tratar de fortalecer la familia, en especial cuando se trata de cuestiones económicas. Si eso no funciona, se intenta que el niño quede al cuidado de otro familiar, como un tío o una abuela.
Negativo. Si el Estado actúa bien (en Córdoba, a través de la Secretaría de la Niñez, Adolescencia y Familia), debería haber menos casos en que los jueces declaren el estado de adoptabilidad de un niño.
En este marco, la camarista no ve como negativo que existan pocas adopciones en la provincia de Córdoba. “Significa que se respetan los derechos reconocidos en la Convención de los Derechos del Niño, es decir, la subsidiariedad de la adopción, que debe darse sólo cuando se hayan agotado todas las posibilidades” de fortalecer su familia de origen.
(Fuente: www.lavoz.com.ar)

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