miércoles, 5 de junio de 2013

Adopciones internacionales: sobran candidatos, faltan niños.

Cada vez hay más parejas deseosas de adoptar y cada vez hay menos niños dados en adopción. Si antes la escasez de niños adoptables en los países desarrollados se compensaba por el recurso a la adopción en el extranjero, ahora también esto es más difícil.
El número de adopciones internacionales en todo el mundo ha bajado desde 45.299 en 2004 a 23.597 de 2011, lo que supone un descenso del 48%. Antes de analizar las causas de esta disminución, conviene recordar dos principios internacionalmente reconocidos relativos a la adopción. El primero destaca que debe prevalecer, siempre y sobre todo lo demás, el interés superior del niño. El segundo, expresado en el Convenio de La Haya de 1993, insta a que se dé preferencia a las adopciones dentro del propio territorio nacional.
Para la mayoría de especialistas el descenso de las adopciones internacionales responde al aumento de los controles, y a la disminución de los menores en desamparo susceptibles de ser acogidos. Algunos expertos como Elizabeth Bartholet, profesora de la Universidad de Harvard, consideran que unas excesivas exigencias pueden castigar a muchos menores, que en la práctica se ven obligados a pasar más tiempo en orfanatos o se les cierra la posibilidad de ser adoptados.
Más demandantes que niños
Le Monde
informa que en Francia fueron adoptados 2.000 niños extranjeros en 2011, y solo 1.569 en 2012, según estadísticas de la Secretaría de Relaciones Exteriores francesa. Con la excepción del año 2010, marcado por la llegada de muchos pequeños haitianos tras el terremoto de enero, el número de adopciones internacionales ha disminuido en Francia de manera constante desde el año 2006, cuando hubo 4.000 adopciones.
Los candidatos a adoptar se enfrentan a condiciones más difíciles en el exterior y también en Francia, donde hay un pequeño número de niños franceses legalmente disponibles para la adopción (en la actualidad alrededor de 750). Estos últimos han nacido bajo el anonimato de la madre (algo posible en la legislación francesa) o han sido objeto de un “desinterés manifiesto” de sus padres, una situación rara vez reconocida por la Justicia.
Quizá porque los posibles candidatos lo ven difícil, las solicitudes de adopción se redujeron un 19% entre 2010 y 2011, según el Observatorio nacional francés de la Infancia en Riesgo. Actualmente hay más de 24.000 parejas aprobadas como potenciales adoptantes y en espera de niño.
Estas cifras revelan que el debate actual en Francia sobre el derecho a la adopción por parte de parejas homosexuales no responde a una necesidad social de encontrar padres a niños abandonados, sino a un deseo de estas parejas de asimilarse a las demás.
Si su aspiración se hace realidad, la primera consecuencia es que se va a cerrar la posibilidad de adopciones internacionales en países que no están dispuestos a ceder sus niños a parejas del mismo sexo.
Los países de origen ponen más condiciones
China y Rusia, los principales países de origen, han endurecido las condiciones a las adopciones internacionales en los últimos años, por razones éticas y jurídicas, pero también por su avance socioeconómico. Rusia ha tomado la decisión política prohibir que niños rusos sean adoptados por estadounidenses, en retorsión de una medida americana que prohíbe entrar en el país a rusos acusados de violaciones de derechos humanos. Rusia ha advertido también que el reconocimiento de la adopción por parte de parejas homosexuales en el Reino Unido y en Francia restringiría la posibilidad de confiar niños rusos a los naturales de estos países.
China es el país del mundo con más niños dados en adopción internacional: casi 80.000 entre 2003 y 2011. Pero desde 2005, las cifras de adopciones internacionales han bajado de 13.000 a 4.000. Las autoridades han endurecido las condiciones a las familias extranjeras, con requisitos como que los adoptantes no tengan más de 50 años, no sean homosexuales, ni familias monoparentales. China, junto con Vietnam, exige ahora “declaraciones de no homosexualidad” para las familias adoptivas, como subrayó recientemente la Agencia Francesa para la adopción. Haití, por su parte, ya se ha negado a las adopciones a cargo de un solo adulto. Mientras que la isla fue hasta 2009 el primer país de origen para adopciones en Francia, solo 49 haitianos fueron adoptados en Francia en 2012.
Es importante respetar las condiciones de adopción en los países de origen, para evitar posteriores problemas. Así, se observa que los países cuya legislación prohíbe la adopción por parte de homosexuales empiezan a revocar sentencias de adopción de personas que ocultaron su condición de homosexuales en el momento del trámite.
Incluso algunos países están cerrando sus fronteras a la adopción por motivos religiosos: lo han hecho en los últimos meses Marruecos y Malí. Los países musulmanes no contemplan exactamente la figura jurídica de la adopción, pero sí la de la tutela (kafala en árabe) otorgada a un matrimonio. Antes, la kafala se tramitaba en los juzgados en algo más de un mes. En 2011, 254 familias españolas, entre ellas algunas personas solteras, lograron hijos marroquíes. Poco después de la llegada al Gobierno del Partido de la Justicia y del Desarrollo (islamista moderado) las kafalas se obstaculizaron. El mes pasado el ministro de Justicia, Mustafá Ramid, envió una circular a los fiscales instándoles a oponerse a la entrega de bebés a extranjeros “si estos no residen habitualmente en el territorio nacional”. El ministro Ramid quiere así que los jueces de menores puedan “seguir y controlar” lo que sucede con el niño adoptado. Sospecha que viviendo en Europa los tutelados no cumplan las condiciones de la kafala, que obliga a mantener la filiación del niño, su religión musulmana y su nacionalidad. Si los niños permanecen en Marruecos sí se puede comprobar.
Niños con necesidades especiales
 Cada vez hay más parejas deseosas de adoptar y cada vez hay menos niños dados en adopción. Si antes la escasez de niños adoptables en los países desarrollados se compensaba por el recurso a la adopción en el extranjero, ahora también esto es más difícil
Adoptar un bebé es lo más deseado, pero también lo más difícil. En cambio hay más facilidades para adoptar niños de edad relativamente alta (más de 3 ó 4 años), o niños enfermos o discapacitados. Los niños de 5 a 7 años representaban el 13% de los adoptados en Francia en 2012, frente al 10,73% en 2011, y los de más de 7 años el 16,65% (2012) frente al 14,28% (2011).
China, al mismo tiempo que ha endurecido las condiciones para las familias extranjeras que quieren adoptar niños sanos, las ha suavizado para aquellas que optan por niños con discapacidades o “necesidades especiales”.
España es uno de los países que más adoptan en el extranjero, pero la cifra de adopciones internacionales ha bajado de 5.500 en 2004 a 2.560. Los países de origen principales – Rusia, Etiopía, China y Colombia, de mayor a menor– han endurecido sus condiciones o tienen menos niños para adoptar.
Jesús Palacios, catedrático de Psicología evolutiva de la universidad de Sevilla, declara a El País que actualmente la tendencia es que los niños adoptados sean de edades algo superiores y presenten más dificultades (de tipo médico, psicológico…). “Y eso, lógicamente, choca con los deseos de muchas familias, cuya meta es un bebé lo más pequeño y lo más sano y sin problemas posible”.
El número de adopciones de niños nacionales también ha bajado, desde 850 en 1997 a unos 650 en 2008. La legalización del aborto en 1985, que ha llevado a que actualmente haya un aborto por cada cuatro nacimientos, ha restringido cada vez más el número de niños disponibles en adopción.
La adopción se ha vuelto hoy más dificultosa. Ante las necesidades urgentes de los niños y la demanda no satisfecha de madres y padres, parece prudente no introducir factores que compliquen todavía más los procesos de adopción.
(Fuente: El diario Exterior: www.eldiarioexterior.com)

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