miércoles, 20 de agosto de 2014

Comprar a un niño en Africa Occidental cuesta 30 euros.

Pobreza, desestructuración familiar, demanda de mano de obra barata, conflictos, negocios, impunidad... son algunos de los motivos responsables de los casi 400.000 menores traficados en África Occidental según la OIT (Organización Internacional del Trabajo). Algunos países como Benín, Nigeria, Costa de Marfil, Togo o Sierra Leona se enfrentan a altas cuotas de trata de menores, una situación que en algunas ocasiones ni los propios familiares del niño conocen.

En total, más de un millón de niños y niñas en el mundo son víctima de esta situación. Se han dado casos de venta de menores por 20.000 CFA, que corresponde aproximadamente a 30 euros. Los niños son entregados a otras personas a cambio de dinero, posteriormente, empiezan a sufrir abusos y esclavitud por parte de los compradores. Son obligados a trabajar desde edades muy tempranas en explotaciones agrícolas, minas, prostitución, venta ambulante, etc... Los menores pierden por completo su identidad y se enfrentan a la situación de cambiar de país -en ocasiones más de una vez-, lo que conlleva no conocer el idioma y perder de forma completa el contacto con su familia y sus derechos, «en un país extranjero se puede hacer con estos chavales lo que a uno le de la gana» explica Juan José Gómez Serrano, misionero salesiano español y director del centro de acogida de menores Porto Novo (Benín).

No estoy en venta
Precisamente desde Misiones Salesianas, han puesto en marcha una campaña para luchar contra esta tendencia y denunciar los abusos que sufren los menores bajo el lema «NO ESTOY EN VENTA». Para esta institución es imprescindible proteger y acoger a estos niños, tratar de ayudarles a regresar a sus hogares, sensibilizar a las sociedades y comunidades sobre este tema y presionar y colaborar con los gobiernos para que mejoren sus sistemas de protección y justicia.

El documental desarrollado por Misiones Salesianas «No estoy en venta», muestra en primera persona el ejemplo de dos niños que fueron vendidos y explotados por sus compradores. En este documental, Gómez Serrano explica que «a veces solo comen una vez al día, y si han trabajado». Por su parte, Carine Agossou, psicóloga del centro de acogida Don Bosco de Porto Novo, afirma que «el niño no entiende por qué las personas que deberían protegerle le hacen una cosa así. Es muy difícil de aceptar». Desde la Brigada de Protección de menores de Benín, declaran que el tráfico de niños en África es un problema muy grave que devasta sus estados, y cuantifican seis víctimas de la trata de menores cada día.

Uno de los grandes problemas y dificultades a la hora de luchar contra estas situaciones es la banalización con la que se tratan. No supone una preocupación social alarmante el hecho de que los niños trabajen, por lo que la venta de niños en África Occidental aumenta cada año -aunque no hay cifras oficiales-.

Desde Misiones Salesianas se esfuerzan en devolver a estos niños la infancia que otros les roban. Devolverles los sueños. Pretenden acabar con la explotación y venta de menores, y reducir al máximo los 215 de millones de niños que trabajan en el mundo —más de la mitad poniendo en serio riesgo su salud—.

(Fuente: ABC)(Blog Adoptar en Africa)

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