Dos familias atrapadas en Etiopía por un proceso de adopción piden amparo al Rey y al presidente del Gobierno.
«Estamos preocupados. Este jueves (15 de julio) se ve en la corte el alegato por el retraso en el cumplimiento de la sentencia de re-adopción». Así reza el primer tuit de la cuenta «etiopiadopta106», creada por dos familias españolas que llevan atrapadas en Etiopía casi cinco meses. Jerónimo y Silvia volaron el 31 de marzo a Adís Abeba para culminar la adopción del pequeño Mario, pero el proceso se paralizó cuando iban a regresar a España. Junto a ellos quedó otra pareja, Sonia y Rubén con el recién nacido Mikel.
Desde entonces, las dos familias se alojan en un hotel de Adís Abeba a la espera de que se solucione un problema que, en principio, no parecía muy grave. 107 días después, decidieron abrir una cuenta en Twitter para hacer pública una llamada de socorro a la que nadie respondía.
«Llevábamos meses pidiendo ayuda al Ministerio de Asuntos Exteriores», cuenta Belén Moltó, hermana de Jerónimo. «Somos españoles y están vulnerando nuestros derechos». Hace una semana, el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García Margallo, envió una carta al cónsul español en Etiopía, pero según cuenta Belén, fue ignorada. «Sabemos que el ministro está en ello y lo agradecemos mucho. Aunque creo que el personal de administración ni ha abierto la carta».
Problemas burocráticos
Lo que les impide volver a España es la supuesta falsificación de la firma de un documento por parte del director del orfanato, actualmente desaparecido. «Nosotros no sabemos ni cómo han salido los niños de allí, ni cómo han llegado a nosotros. Lo único que sabemos es que hemos cumplido con la legalidad de todo lo que nos han pedido a través de los millones de filtros que te exigen para una adopción», explica Belén.
Para redondear el problema burocrático, el Ministerio de la Mujer de Etiopía (Mowa, según sus siglas en inglés) el departamento que autorizó la adopción, entró en un problema de competencias con la administración local, que alega que ellos son los que deben decidir. «Esto va en contra de toda lógica porque la institución que se ha ocupado de todo el proceso ha sido el Mowa central», dice Belén.
«Como corderos al matadero»
Las dos familias fueron citadas a una vista el viernes 8 de agostodonde el juez iba a exigir al Mowa local presentar las pruebas sobre su derecho sobre los dos niños. Pero la ausencia del magistrado provocó que la vista se aplazase al día 13. «A la salida de la corte, en el pasillo, les dijeron que entregasen a los menores. Querían devolverles al sur desde donde, según ellos, podían gestionarlo todo y decidir qué hacer».
Más de cuatro meses de burocracia finalizaron ese lunes, cuando dos cuidadoras de los servicios sociales les quitaron a los niños en el Ministerio. «Fueron para intentar negociar una prórroga, que les permitiese conservarlos hasta la vista definitiva. Pero llevaban todo el tiempo acosándoles por teléfono para que les devolviesen y el lunes les arrebataron a sus hijos de los brazos. Fueron como corderos al matadero», repite Belén.
«Probablemente sea un tema de corrupción dentro del orfanato, cosa muy normal cuando las leyes del país no son muy claras con las adopciones», explica Borja Juez, presidente de la ONG The South Face. «Es algo muy normal en África, desgraciadamente. Les llegan cantidades enormes de dinero, muy suculentas para ellos, y quieren más».
Reforzar la adopción nacional
Durante la sequía y la hambruna que sufrió el Cuerno de África en 2011, Etiopía cerró multitud de orfanatos a los que les expiraba la licencia, y redujo el número de expedientes de adopción internacional. El objetivo era reforzar la reinserción de los niños en familias etíopes fomentando la adopción nacional. Pero los pocos recursos de muchas familias no les permitían asumir la adopción de más niños.
El caso de la ONG francesa, «El Arca de Zoé», que en 2007 intentó evacuar de Chad a 103 niños de forma irregular, ha hecho que las adopciones en África se miren con lupa. «Un occidental viene a África a hacer algo y lo acusan de traer problemas. Una chica de Barcelona envió leche en polvo, no recuerdo si a Ghana o a Costa de Marfil, y una parte llegó en mal estado. Entonces la acusaron de querer intoxicar a la población», recuerda el presidente de la ONG.
La pesadilla de las parejas es que llegue el 29 de septiembre, día en el que caducan sus visados, sin que hayan podido solucionar nada. «Estos niños proceden de la zona sur de Etiopía y, al parecer, en esos estados están muy en contra de las adopciones internacionales. Ahora no sabemos ni dónde están los niños», detalla Belén.
La falta de pruebas de la administración local para argumentar qué ha pasado ha hecho que la vista definitiva se aplazase al próximo día 21. Pero el tiempo se agota. «Estamos encima del caso desde el primer momento. Pero esto está judicializado y tampoco podemos dar mucha más información», afirman desde el Ministerio.
Les llamaban papá y mamá
La salud y la economía ya no son las mismas que cuando aterrizaron en África, pero las dos familias le restan importancia y prefieren no hablar de ello. «Ellos están destrozados, pero solo piensan en los pequeños. Han estado todo este tiempo juntos, les han visto crecer, les estaban enseñando a hablar... Incluso ya les llamaban ‘mamá’ y papá’”», cuenta Belén. «El único recurso que nos queda es que la Casa Real o el presidente del Gobierno nos ampare».
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