Las adopciones internacionales no atraviesan su mejor momento. El número de menores de otros países preasignados a familias pontevedresas descendió un 62,5% desde el inicio de la crisis al pasar de los 72 niños adoptados en 2008 a los 27 del pasado año, según los últimos datos de los que dispone la Consellería de Benestar. Un descenso que se sitúa por encima de la media gallega -las adopciones internacionales se redujeron a la mitad en ese mismo periodo- y muy por debajo del registrado en otras provincias como Lugo (las adopciones bajaron un 75%, de doce a tres). Los menores preasignados a familias coruñesas descendió un 38,2% en el mismo periodo, al pasar de 81 niños adoptados a 50 el pasado año
Pero no sólo descienden los niños que llegan a Galicia para iniciar una nueva vida con su familia adoptiva sino los gallegos interesados en adoptar en el extranjero. Las solicitudes presentadas ante la Xunta para iniciar los trámites de adopción de un menor de otro país cayeron también a la mitad desde 2008: 129 ese año, frente a las 41 de 2013.
Los coruñeses, por contra, son los gallegos que todavía siguen más interesados en este tipo de adopciones ya que lideran la comunidad en número absoluto de solicitudes -92 en 2013, frente a las 41 de Pontevedra, 22 de Lugo y diez de Ourense- y es la provincia en donde menos bajaron: un 30,8% en seis años.
La crisis económica -el coste de tramitar una adopción internacional supone un desembolso mínimo de 6.000 euros, según los expertos- y las restricciones cada vez mayores de algunos países pueden estar detrás de este descenso. En las adopciones internacionales intervienen dos legislaciones -la española y la del país de origen del niño- lo que en ocasiones dificulta el proceso. Eso es lo que ocurrió con Rusia, donde en julio de 2013 modificaron los requisitos para poder adoptar un menor y los procesos estuvieron bloqueados durante casi un año. Para poder adoptar ahora en Rusia es preciso tener más de 25 años y estar casado. Se impide la adopción a parejas de hecho, monoparentales o matrimonios homosexuales. En el caso de España, los requisitos para optar a tanto a una adopción internacional como nacional son tener 25 años, residir en la comunidad gallega y pasar la prueba de valoración que realizan técnicos especializados.
Pese al descenso de adopciones internacionales, los países de origen de la mayoría de niños que llegan a Galicia siguen siendo los mismos: Etiopía, China y Colombia. De los 89 niños adoptados el pasado año por familias gallegas, una cuarta parte (24) eran de Etiopía, frente a doce de China y diez de Colombia. A estos países, le siguen Vietnam (con 7 menores adoptados en 2013), Hungría (ocho), Rusia (siete) y Burundi (cinco). Cifras que nada tienen que ver con las que se registraban hace sólo seis años: 98 niños de Etiopía, 28 de China y 18 de Colombia.
Las adopciones internacionales viven su peor momento en la última década y las cifras distan bastante de lo que se registraba en 2004, 2005 o 2006, donde cada año se adoptaron más de 600 niños extranjeros en Galicia y las solicitudes para iniciar los trámites llegaron a superar las 330.
Dentro del país
Una evolución que no experimentan las adopciones nacionales. Pese a que el tiempo de espera de las familias es mucho superior al de una adopción internacional, la cifra tanto de solicitudes como de niños preasignados se mantiene con la crisis. Si en 2008 se registraron 58 autos de adopción de niños españoles en toda Galicia, en 2013 fueron 57. Pontevedra es la provincia con mayor número de adopciones nacionales (23), seguida de A Coruña (16), Lugo (diez) y Ourense (ocho). En el caso de la provincia coruñesa, la cifra es la misma que hace seis años. De hecho, se ha incrementado ya que en 2009 los niños españoles adoptados bajaron a once, a doce en 2010 y 2011 y a diez en 2012.
(Fuente: www.farodevigo.es)
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