viernes, 16 de octubre de 2015

Se buscan padres y madres de acogida. Huelva.

La familia es el primer grupo de socialización para cualquier niño, el apoyo más cercano e importante en el que cimentar su desarrollo. Aptitudes tan básicas como dar y recibir cariño se aprenden dentro del núcleo familiar, pero hay niños que por diversas circunstancias, nacen y crecen sin ese pilar fundamental. 
Para cubrir ese vacío, la Asociación Alcores busca familias de acogida que durante un periodo concreto, dependiendo del tipo de acogida, cubran las necesidades de estos menores hasta que la situación que les llevó al desamparo se restituya y puedan o bien volver con sus familias biológicas, o bien encontrar su lugar definitivo en una familia de adopción. 

Para informar de todo lo relacionado con el acogimiento Alcores está llevando a cabo cafés-coloquio una vez al mes y por diferentes puntos de la provincia. El lunes pasado fue el turno de la capital, donde se dieron cita las técnicos de la asociación, una madre acogedora y diversos interesados en la acogida de un menor. En la charla se puso de manifiesto la necesidad urgente de familias de acogida para 20 niños de distintas edades en toda la provincia de Huelva. 

Cristina Hidalgo y Olga Martínez, técnicos de Alcores, detallaron a los asistentes los tipos de acogida existentes. El acogimiento de urgencia está pensado para menores de 0 a 6 años, aunque se les da prioridad a los menores de 0 a 3 años y el 80% de los casos son bebés a los que se les procura un hogar directamente al salir del hospital, para que no tengan que ser internados en centros de acogida. La duración de esta modalidad de acogida es de 6 a 9 meses, pues existe una previsión de retorno próxima con su familia biológica o con una familia de adopción. La acogida simple o temporal está diseñada para menores de 0 a 6 años y la duración puede variar de uno a dos años. La tercera modalidad, la acogida permanente, es para menores a partir de 7 años y cuando no existe una previsión de retorno con la familia de origen o con otra de adopción. 

El relato de una madre de acogida enriqueció el encuentro y aportó una visión muy cercana sobre la experiencia. María relató cómo la llegada de su primera bebé de acogida le cambió la vida, "las risas de la niña volvieron a inundar mi casa" aseguraba emocionada. Prejubilada y con sus dos hijas ya mayores "no me veía haciendo manualidades y viendo la tele, esa vida no era para mí", por lo que decidió dedicar su tiempo a esta labor que "me reconforta y me llena de ilusión". 

Guillermo, director de los centros de acogida en Huelva, aportó la visión institucional: "Aunque intentamos cubrir todas las necesidades del menor no somos como una familia. Cada niño tiene en su familia un referente y en los centros esta figura está muy dispersa pues los educadores varían según los turnos y como cualquier trabajador tienen vacaciones". Guillermo relató cómo hay hermanos de 7 y 8 años que llevan en centros desde muy pequeños por lo que han perdido su relación de hermanos y se relacionan entre ellos igual que con el resto de compañeros. 

Los posibles candidatos a acoger menores manifestaron su miedo a encontrarse con problemas a la hora de desarrollar su labor como familia de acogida y también el miedo al "adiós", al momento en el que tienen que despedirse del niño. Cristina Hidalgo aseguró que la asociación hace un acompañamiento durante todo el proceso y cuida, además del menor, de la familia de acogida preparándola para afrontar la despedida "al igual que la adaptación, la despedida se hace de forma gradual, poco a poco para evitar cambios bruscos tanto en el menor como en la familia acogedora".
(Fuente: www.huelvainformacion.es)

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