El final de las noches sin dormir y de la incertidumbre que están sufriendo las 500 familias españolas que han iniciado los trámites de adopción en Rusia está más cerca. La buena disposición mostrada por las autoridades españolas y rusas ha desbloqueado la difícil situación provocada por el Tribunal Supremo moscovita. La propuesta española de establecer un sistema de información fluida y transparente para que Rusia pudiera comprobar que sus compatriotas no viven con familias del mismo sexo ha sido aceptada por el Kremlin, que ha devuelto al Ministerio de Sanidad y de Asuntos Exteriores el documento con algunas matizaciones que ahora se está estudiando. Según informaron fuentes del Kremlin a LA RAZÓN, «el convenio va por buen camino, aunque aún no se ha cerrado. Hemos aceptado lo básico de la propuesta, pero quedan cuestiones por resolver». En la misma línea se manifestó el Ministerio de Sanidad, que indicó que «las conversaciones van por buen camino, pero no se puede confirmar que el acuerdo esté cerrado». La firma del convenio se producirá en el primer trimestre de 2014, en una reunión de «alto nivel» en España.
El Gobierno ruso prohibió a comienzos del verano las adopciones a las parejas homosexuales y a las familias monoparentales y el Tribunal Supremo bloqueó el pasado 29 de agosto todos los procesos de padres de países que permiten los matrimonios gays. Esto paralizó los expedientes de más de 500 familias, de las que cerca de 159 ya conocían a su hijo y 66 estaban a la espera de la celebración del juicio de idoneidad, el último trámite para poder viajar a España como una familia. En ese momento, la maquinaria diplomática española se movilizó y se chocó de frente con un muro inexpugnable: para la firma de un acuerdo bilateral sobre adopciones, el Gobierno ruso exigía garantías de que los niños adoptados, en el caso de acabar tutelados por los servicios sociales, no fueran reasignados a familias homosexuales (algo que ocurre en menos del 1 % de los casos). Además, pedía que esas garantías se extendieran a todos los adoptados hasta que cumplieran su mayoría de edad. Las adopciones que se aprueben a partir de ahora tendrán que cumplir con la decisión del Supremo moscovita, que estableció que a partir del 3 de septiembre todos los menores adoptados deberán pasar controles a los dos, cinco, 11, 23 y 35 meses. Algunas parejas han seguido adelante con los procesos y han logrado el favor de la Justicia rusa, como Mónica y Francisco, que llegaron a Rusia el 26 de agosto y regresaron dos meses después con Pável, un huérfano de cuatro años. Su caso ha sido un ejemplo para las demás familias.
Cartas para los futuros hijos
Las familias adoptantes continúan con su lucha para poder estar cuanto antes con sus hijos. Además de reunirse con las autoridades españolas de forma periódica, no dejan de poner en marcha iniciativas para demostrar el amor que sienten por los que ya consideran miembros de su familia. Por ello, han convocado un acto simbólico hoy en la Plaza de Colón de Madrid en el que leerán un manifiesto y soltarán globos al cielo con cartas dentro dirigidas a sus niños. El acto pretende ser una demostración de su capacidad de lucha. Por ello, el manifiesto reclama la firma del convenio bilateral para evitar la prolongación del sufrimiento del medio millar de familias con procesos de adopción en curso.
(Fuente: La Razón.es)
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