"Es muy frecuente que haya comentarios de tinte xenófobo o que puedan derivar en xenofobia" reconoce Juan Gaisse, vocal de la asociación "Manaia" y padre de tres hijos adoptados, dos de origen chino y uno nacional, que tiene claro que "cuando un niño de cuatro años hace un determinado comentario no tiene intención xenófoba pero si no se encauza adecuadamente puede acabar siendo un problema".
Aunque preocupa de una manera especial, porque al ser niños de otras razas son muy significados, no es la única problemática que deben afrontar familias y profesores en relación a menores adoptados. "Los otros niños preguntan por su familia biológica, sobre la relación que tienen con sus padres adoptivos... los propios adoptados, tarde o temprano empiezan a hacerse preguntas sobre su propia historia y hay que saber dirigir y transmitir la información que demandan y los profesores deben estar preparados" recalca el portavoz de "Manaia", la asociación galega de axuda á adopción.
Para analizar estas cuestiones o cómo afrontar preguntas o dudas planteadas por niños adoptados y sus compañeros, la atención de posibles necesidades especiales o conflictos que se puedan plantear en el ámbito escolar se celebró ayer en la Casa Azul la jornada "La escuela tropieza con la adopción" en la que padres y maestros intercambiaron experiencias y plantearon dudas y cuestiones a Margarita Muñiz Aguilar, orientadora educativa, directora de la revista Familia y Adopción y autora del libro "Cuando los niños no vienen de París".
"No solo los profesores sino también los padres tenemos que aprender a resolver dudas que los niños se plantean en su condición de adoptivos pero también aprender a no dar e imponer información que no les interesa y a no eludir lo que sí les interesa" añade Gaisse para quien es fundamental evitar silencios o cambios de conversación que puedan llevar a los menores a pensar que la adopción es algo malo.
(Fuente: www.farodevigo.es)
Nosotros adoptamos a una niña de 8 años, hoy de 25. Le dimos el mejor de los ejemplos, le entregamos todo...la mejor educación a la par de nuestros hijos biológicos, todo. Desde el día uno fue rebelde. Ella creció y con ella su rebeldía. No fue suficiente el amor ni el ejemplo que le dimos. Se fue de la casa con su jefe, mayor que ella casi dos décadas, casado con hijo. Se fue, no sin antes hacernos atravesar por irrespeto y desdén. Cuál es su excusa? Ella sola sabrá. Que aquellos que adopten, sean niños de la edad que sea, sepan que es un riesgo a sufrir la más grandes de las decepciones, y a que le desgarren el corazón. O en el mejor de los casos, la más grandes de las alegrías. La decisión, es suya. El riesgo está allí. Nuestro caso, no es el único que conocemos. Buena suerte.
ResponderEliminarEs cierto que hay una gran cantidad de riesgos que quienes comenzamos el proceso, debemos estar dispuestos a asumir...
EliminarY también es cierto que, con la experiencia y muchos estudios realizados sobre la adopción, nos ayuda a conocer mejor cómo actuar y como prepararnos para el momento de enfrentarnos a esos riesgos. Las experiencias vividas durante todos estos años, han dado un gran conocimiento actualmente sobre la adopción, y las redes sociales e internet, nos lo hacen mucho más fácil; aunque por supuesto, no está exento de problemas. Os agradezco mucho el comentario, porque es cierto que no es fácil; y demuestra que no es un camino de rosas...aunque habríais deseado seguramente, haber tenido todo el asesoramiento y la ayuda que se presta y se encuentra ahora mismo en diversos medios y redes sociales: desde el mismo inicio del proceso, hasta cómo establecer el apego y el vínculos fundamentales; e incluso durante varios años tras la adopción... Un abrazo, de todo corazón...