Llovió mucho desde aquel 3 de diciembre de 2005 en el que 51 asturianos (parejas o monoparentales) en proceso de adoptar un niño decidieron unir sus voces en una sola para apoyarse mutuamente y hacerse oír ante las instituciones. Acababa de nacer Asturadop. Hoy, una década después, las cosas han cambiado, reconocen, pero no lo suficiente. Por eso celebran una pequeña fiesta con sus socios, ahora ya 110, y niños mientras se preparan para otros diez años de reivindicaciones.
En la actualidad, la espera media para poder adoptar un bebé es de unos cinco años. «Esto es si hablamos de niños de cero a tres años. A medida que la edad del pequeño aumenta, el tiempo de espera suele reducirse, pues son menos las personas que solicitan adoptar a niños mayores», señala la presidenta de Asturadop, Ana Lamela. La espera de cinco años se produce tanto en adopciones nacionales como internacionales, algo que no sucedía en los inicios de la asociación, anota. «Cuando nació Asturadop era el 'boom' de las adopciones de niños nacidos fuera de España, pues los requisitos no eran tan duros como los que pedían para adoptar a un niño nacido aquí y los trámites, por tanto, eran relativamente rápidos», explica. Sin embargo, continúa, ahora ambas modalidades están igualadas, pues en estos diez años la mayoría de los países endurecieron notablemente las condiciones para adoptar. «Ahora cada país tiene sus requisitos y en algunas ocasiones no aceptan cualquier tipo de familia», apunta.
Este endurecimiento de las condiciones en las adopciones internacionales fue el único cambio sustancial del que ha sido testigo Asturadop. «Lamentablemente, en aspectos como la reducción de los tiempos de espera, agilización de trámites y la transparencia, entre otros, sólo logramos dar pequeños pasos y todavía queda mucho camino por andar», señala. Para el próximo decenio, se fija como objetivo seguir peleando por los derechos de estos pequeños. «La adopción es un recurso para el derecho que tienen los niños y niñas a tener una familia. Nos encantaría que las adopciones no fuesen necesarias, pero como nuestro mundo no es ideal, al menos pedimos que se cumplan los plazos y que los seguimientos de las adopciones internacionales se lleven a cabo con puntualidad».
Ese es, agrega, el «caballo de batalla» de una asociación que también nació con la intención de «ser un punto de encuentro en el que padres y madres adoptivos, así como futuros adoptantes, pudieran compartir experiencias y apoyarse unos en otros». En esta década la asociación organizó numerosas charlas y talleres con la intención de ofrecer formación e información acerca de todos los aspectos relacionados con la adopción.
Lo que los niños cuentan
La jornada festiva comenzará este mediodía en el Antiguo Instituto, donde Ana Lamela presentará su libro 'La estrella Nigeria y otros cuentos sobre adopción' que, como su propio nombre indica, es una recopilación de relatos relacionados con esta práctica (Ver suplemento 'Culturas'). La particularidad de la obra, indica, es que los cuentos fueron creados a partir de la experiencia de los propios niños adoptados.
Tras la presentación, los asistentes se dirigirán al Abba Playa, donde celebrarán una comida de convivencia seguida de juegos y un espectáculo de magia para los más pequeños.
(Fuente: www.elcomercio.es)
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