domingo, 15 de septiembre de 2013

El Sueño de un hijo que no llega.

Jonay Aguilar y Rebecca Ahlborn
Por circunstancias de la vida, Jonay Aguilar y Rebecca Ahlborn no pueden tener hijos, pero la adopción permite realizar su sueño. Esta pareja de Adeje, residente en Callao Salvaje, viajó en mayo a la ciudad rusa de Kemerovo. Por allí pasa el ferrocarril transiberiano que atraviesa Siberia hasta el puerto de Vladivostok.
En Siberia se encontraron con Daniel, su futuro hijo con el que pasaron siete días. Todo iba según lo previsto hasta que Rusia ha bloqueado la adopción de alrededor de 500 familias españolas, según ha publicado esta semana el diario El País, debido a su ley homófoba contra las parejas homosexuales y que ha arrastrado también al resto de familias españolas que esperan un niño. De momento, solo un convenio entre España y Rusia, pendiente desde hace cuatro años, puede dar un final feliz a Jonay, Rebecca y al pequeño. En octubre hay un encuentro entre ambos países y a eso se agarran estos padres. Mientras, el tiempo pasa.
Han conocido al niño en Siberia y a finales de mes tenían previsto traerlo a casa

En Kemerovo, Jonay y Rebecca vieron por primera vez a Daniel, de tres años recién cumplidos tras iniciar un proceso de adopción en octubre de 2011 y cuyo certificado de idoneidad consiguieron en marzo de 2012 por parte de la Dirección General del Menor del Gobierno de Canarias. En una casa cuna de Siberia pasaron los días conociendo al niño. “Al principio estaba un poco nervioso, se mordía el labio, pero luego se mostraba participativo y más cercano con nosotros.”, cuenta Rebecca, mostrando una imagen del pequeño.

De regreso, esta pareja canaria solo tenía que seguir los trámites de un proceso burocrático arduo que les ha costado más de 30.000 euros en tres años. El camino ya estaba casi recorrido, solo tenían que esperar a que a finales de septiembre se celebrase un juicio para decretar su potestad como padres ante la ley y traer a Daniel hasta Adeje. La ECAI (Entidad Colaboradora de Adopción Internacional), donde los padres se han apoyado para coordinar este proceso, avisó Jonay para decirle que de momento todo se había paralizado, que su niño no lo tendrán hasta que no haya un acuerdo entre Rusia y España.
El “riesgo” que lo futuros hijos puedan “caer” en manos de monoparentales “que puedan ser gais encubiertos”, argumentan, es algo que al parecer Rusia no está dispuesta a aceptar. Pero los padres no quieren hablar de culpables, pues “cada país tiene su leyes e idiosincrasia”, dicen. Así, insisten en la importancia del acuerdo bilateral entre España y Rusia pendiente desde 2009.
Convenio pendiente
Dicho convenio establece un régimen de condicionantes que tienen que cumplir por una parte la familia y por otra el gobierno ruso para que esos niños puedan ser adoptados por familias españolas. “Y esto no se ha firmado por parte de España; queremos pensar pueda haber acuerdo con la ley de adopción española donde sí se permiten que gays y lesbianas puedan acceder a un niño”, dice el futuro padre de Daniel. “Pero la ley en Francia también permite esto y ellos ya han firmado este acuerdo”, sostiene Rebecca. “Una cosa no entra en conflicto con la otra, cada país tiene sus requisitos, España tiene acuerdos de adopciones con otros muchos países que ponen las mismas pegas”, añaden. Según esta pareja, “hay muchas maneras de mirar un documento”, y “cada uno tiene un parafraseado donde pueda existir un acuerdo por ambas partes entre el Ministerio de Asuntos Exteriores y Rusia”. “No nos podemos poner en posiciones diferentes sino buscar algún tipo de condicionado común, para respetar los criterios adoptados de los derechos de los niños”, sostienen.
Esperan que un acuerdo entre España y Rusia dé vía libre a la adopción

Tanto Rebecca como Jonay mantienen un atisbo de esperanza en octubre, donde se producirán acercamientos entre ambos países. “Creo que se debería tener en cuenta nuestra realidad, nuestros sentimientos y sensibilidad, tenemos un niño que ya tiene una carita y el tiempo va pasa”, relata Jonay.

El juicio para adoptar la potestad definitiva de Daniel se debería haber celebrado el 26 de septiembre en Rusia, pero no fue así. Nada hace pensar, relatan, que cuando se celebran los juicios algo pueda fallar, casi el cien por cien de los casos son favorables. “No conocemos ninguno que diga lo contrario”.
Pero esta pareja prefiere no hablar de números, sino de personas y de niños, de familias que esperan a su hijo hace años. En el apartamento de Callao Salvaje Daniel tiene preparada su habitación: una mesa de Mickey, una cama y un oso de peluche. Solo falta él...
(Fuente: www.diariodeavisos.com)

No hay comentarios:

Publicar un comentario