miércoles, 18 de septiembre de 2013

INAU: parejas prefieren adoptar niños blancos sin enfermedades. (Adopción en Uruguay)

Según el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU), muchas de las familias que optan por adoptar tienen reticencias a la hora de aceptar niños afrodescendientes, con rasgos asiáticos, mayores de 5 años o con problemas de salud.
 
"Tenemos muy limitadas las familias del registro que aceptan niños de raza negra", señala a El País la directora del Departamento de Adopciones del INAU, Beatriz Scarone.
"Para nosotros esto se convierte en una dificultad. Se trabaja desde un principio con las familias para ver quiénes tienen la apertura para aceptarlos. También pasa con quienes tienen características asiáticas. Las parejas dicen que es porque temen que sean discriminados en su comunidad", añade.
Un dato curioso: en 2010, cuando fue el terremoto en Haití (donde la mayoría de la población es de raza negra), varias familias se acercaron al INAU para consultar sobre la posibilidad de adoptar a niños de ese país. Unicef y otros organismos internacionales prohibieron esto para evitar la trata de personas. "Uno se pregunta: ¿cómo tienen interés en adoptar a un niño de Haití si después en su país no quieren a un chiquito afrodescendiente?", precisa Scarone.
Por otro lado, hay 25 niños con problemas de salud -ninguno de ellos enfermos terminales- o grupos de hermanos de más de tres para los que no se encuentran familias. "Algunos son autistas o tienen algún problema neurológico", cuenta Scarone. En el caso de los hermanos, la ley establece que estos no pueden ser separados.
En la actualidad hay 95 familias anotadas en el Registro Único de Aspirantes a la Adopción (RUA); o sea, están en lista de espera. Además, hay 300 que están en período de evaluación. Scarone sostiene que en ninguna de estas casi 400 familias se ve "potencial" como para aceptar a chicos que tengan enfermedades.
En todo 2012 y lo que va de 2013 solo a 14 parejas se les denegó la posibilidad de adoptar (siete el año pasado y siete en lo que va de este). "Esto puede ser por múltiples motivos. Por ejemplo porque la pareja no está consolidada como para asumir determinadas responsabilidades. O puede ser que exista un duelo todavía no resuelto en cuanto a aquel hijo que no llegó", explica Scarone. Unas 40 familias se acercan por mes al Departamento de Adopciones para realizar consultas.
En este año ya se concretaron 58 adopciones, más nueve de niños que se terminarán de integrar a sus nuevas familias en esta semana que comienza. En tanto, el INAU tiene la orden de la Justicia de buscarle familia a 20 niños más que están en situación de adoptabilidad (todos estos aparte de los 25 que padecen alguna enfermedad o son un grupo de hermanos).
Sin embargo, Scarone advierte que el mayor problema que tienen las familias que se presentan al INAU para adoptar es el de aceptar a niños que sean mayores de cinco años.
"Hay familias que no tienen en cuenta la situación real de los niños. Plantean un abanico de posibilidades muy limitado: de tales edades, que no tengan dificultades de salud, que sus progenitores no tengan patologías psiquiátricas, que estos no hayan consumido sustancias psicoactivas... Y estas son posibilidades que existen, porque estos niños vienen de las familias más vulnerables".

Por el costado.

En tanto, tanto Scarone como la Asociación de Padres Adoptantes del Uruguay (APAU), dieron cuenta de la existencia de adopciones que pasan por afuera del INAU y de la vulneración de los derechos de esos niños.
Según cuenta Scarone, "hace unos días en un departamento del interior del país se detuvo a una familia que por plena ruta se llevaban a un bebé que hace poco una señora había dado a luz. Hubo una denuncia y el juez inmediatamente instó a la Policía para que interviniera. Hoy se están tomando medidas en relación al niño para que éste tenga la mejor respuesta".
El proceso desde que una pareja se dirige a las oficinas del Departamento de Adopciones del INAU hasta que se concreta la adopción no suele superar los cuatro años, sostiene Scarone, que señala que aunque hubo avances, como el certificado de nacimiento electrónico, las adopciones que se hacen de manera ilegal aún son un problema contra el que se debe seguir luchando.
"Hay que terminar con estas situaciones. Estas son cosas que siguen sucediendo. No las podemos negar... Si la progenitora tiene un acuerdo (por plata o no) con otras personas, eso se configura como una irregularidad de la adopción y evidentemente entra en lo que los protocolos internacionales llaman trata de personas", añade.
En tanto, Aurora Reolón, vocera junto a Daniela Bottero de la APAU, advierte a El País que "existen casos de supresión de identidad, de personas que anotan a sus hijos adoptivos como si fueran propios, y también de gente que avisa de la adopción tres años después, cuando el niño ya los reconoce como padres entonces el INAU no se lo puede sacar".
"Estas irregularidades -piensa Bottero- tiene que ver con la existencia de mitos. Para adoptar se estudia la pareja. Se hacen reuniones, va una asistente social a tu casa, después se hacen talleres y nada más. No te piden el oro y el moro".

350 niños de 0 a 7 en INAU

3.600 menores reciben atención integral de tiempo completo por parte del INAU. Esto, sin contar los que están en privación de libertad, en régimen de semi-libertad y en tratamiento por consumo de sustancias psicoactivas (que son casi 800). Todo esto según datos del Sistema de Información Para la Infancia (SIPI). La cifra tampoco abarca a quienes están en manos de "cuidadoras" (ver aparte). Entre estos menores, hay 350 niños de 0 a 7 años que viven en hogares del INAU.

DÓNDE VA UN NIÑO SIN FAMILIA

La nueva ley

La ley 19.092 se aprobó en junio y entre otros puntos establece que toda situación en que un menor se encuentre privado de su medio familiar deberá ser comunicada al juez. Este tiene 24 horas para pedir una investigación al INAU, que deberá ser entregada en menos de 20 días, y decidir con quién el niño será cuidado de manera transitoria. Para esto el juez cuenta con una lista de prioridad que tiene en primer lugar a un integrante de su familia biológica o extensa con quienes el niño, niña o adolescente haya desarrollado vínculos significativos; en segundo lugar, a una familia del Registro Único de Aspirantes (RUA); en tercer lugar, una familia de acogida; y, en cuarto lugar, el cuidado del niño quedará a cargo de un hogar institucional del INAU. Luego el juez tiene 45 días, en caso de que el niño sea menor de dos años, para decidir si éste está en condiciones de adoptabilidad, y 90 en caso de que sea mayor. El juez puede, por única vez, pedir una prórroga de 45 días. Si el niño fue entregado al nacer por sus padres biológicos para ser dado en adopción, estos tienen tan solo 30 días para arrepentirse.

El otro proyecto

Con media sanción ya en Diputados, un nuevo proyecto propone cambiar el orden de prioridad y poner en segundo lugar a una familia de acogimiento y no a una del RUA. Desde APAU, Aurora Reolón señala que apoyan este cambio porque "tanto a la familia que espera para adoptar, como al niño le va a hacer mal si este luego no queda en situación de adoptabilidad". Este proyecto también establece que las personas adoptadas puedan heredar en la familia biológica. Sobre esto Reolón dice: "no estamos de acuerdo, Diputados pidió esto en el supuesto de que alguien se pueda estar perdiendo una fortuna y eso solo pasa en las comedias. Lo que van a terminar heredando son deudas".
(Fuente: www.elpais.com.uy)

No hay comentarios:

Publicar un comentario