domingo, 19 de enero de 2014

Cuando la paternidad no tiene fronteras.

CUANDO TOMAN la decisión no saben cuándo ni cómo será el final, solo sueñan con tener a su hijo en brazos, aunque para ello deban hacer frente a un arduo proceso burocrático y, además, a un importante desembolso económico. Es la historia de todas las personas que deciden emprender el largo camino de la adopción internacional. Una camino que en Galicia empieza en las jefaturas territoriales de la Consellería de Traballo e Benestar, la primera puerta a la que deben llamar los futuros padres. El siguiente paso es asistir a un curso de formación que se realiza en Santiago de Compostela. Después, tras presentar la solicitud, comienza el proceso de valoración de idoneidad, que incluye entrevistas psicosociales, una visita domiciliaria y la aplicación de test psicológicos.
Una vez obtenida la idoneidad, se remite el expediente al país elegido. Los siguientes pasos son la preasignación de un menor adoptable por parte del país de origen, la autorización por la Comisión de Tutela, la aceptación por parte de la familia, el viaje para la constitución de la adopción y recogida del menor y, por último, el seguimiento.
La duración y el coste de todo este proceso dependerá del país al que se solicite y de variables como si la documentación tiene que ir traducida, legalizada, apostillada, etc. Otra variable importante es si el expediente se tramita por el Ministerio de Sanidad y Política Social o a través de una ECAI (entidades sin ánimo de lucro, legalmente constituidas, que colaboran en la tramitación de expedientes de adopción internacional). Las tarifas aprobadas por la Xunta de Galicia a las ECAIs oscilan entre los 6.000 y los 14.500 euros.
También hay que tener en cuenta los gastos de viaje y estancia necesaria en el país para recoger al menor que, en general, varían desde los 10-12 días en lugares como Etiopía o Filipinas hasta los dos meses en República Dominicana. Además, hay países, como Rusia o Polonia, que exigen realizar varios viajes.
SOLTEROS Y HOMOSEXUALES
Los requisitos que exige cada país también son muy diferentes. Así, la adopción internacional por familias monoparentales no siempre es posible y es preciso distinguir entre hombres y mujeres. De este modo, las mujeres solteras pueden adoptar en varios países, mientras que son escasos los países que admiten solicitudes de varones (Brasil, Costa de Marfil o Panamá son algunos de ellos). Muchos gobiernos también han cerrado las puertas a la adopción internacional para las parejas de personas del mismo sexo. Sin ir más lejos, el pasado mes de octubre España y Rusia alcanzaron un acuerdo de adopción que excluye a las parejas gays.
Por otra parte, también hay países que exigen unos estudios mínimos a los posibles adoptantes e incluso, como es el caso de China, unos ingresos mínimos.
DESCENSO
El elevado coste que supone una adopción internacional y la larga espera son algunos de los factores que, unidos a la crisis económica, han contribuido al descenso del número de solicitudes registradas en Galicia, que, según los datos de la Xunta, en 2012 fueron 199 frente a las 683 de 2004, cuando se alcanzó el récord.
En cuanto a las preasignaciones de menores, en 2012 fueron notificadas a la Xunta un total de 136, mientras que en 2004 llegaron a Galicia 256 niños extranjeros, cifra que en 2006 alcanzó los 332.
Por provincias, A Coruña, con 77, y Pontevedra, con 43, lideraron el número de adopciones en 2012. Lugo, por su parte, recibió a 11 menores y Ourense, a cinco.
Con respecto a los países de procedencia de los menores llegados a Galicia, Etiopía encabeza el ránking con 783 niños adoptados entre los años 2000 y 2012. Le siguen China (642), Colombia (298), Rusia (173) y Vietnam (115).
Concretamente, en 2012 las familias gallegas recibieron a 57 menores etíopes, 21 chinos y 10 colombianos.
ADAPTACIÓN
Ya con el menor en casa, las familias, además de hacer frente a las inseguridades propias de todos los padres, tienen ante sí un difícil reto: conciliar dos identidades culturales muy distintas.
Desde que la ley española se abrió a las adopciones internacionales, hace 18 años, las posturas han evolucionado mucho y ahora el objetivo tiende a ser la consecución de una identidad bicultural a través del contacto con la cultura de origen. «Nós temos unha política de honestidade total para cos nosos fillos. Somos defensores de que teñen que coñecer as súas orixes», asegura Beatriz Caamaño, presidenta de la Asociación Galega de Axuda á Adopción Manaia.
«Hai que ter moita paciencia no proceso preadoptivo e, logo, moita preparación no proceso postadoptivo. Hai que acompañalos toda a vida. A nosa decisión obrígaos a afrontar unha vida con moitos hándicaps. Temos que traballar con eles o abandono, a adopción, o cambio de cultura, o racismo, a discriminación...». Es el mensaje que traslada Manaia a las personas que estén empezando el largo camino que supone una adopción internacional. «Pero -concluye Beatriz Caamaño- é marabilloso». Y para los que tengan dudas su hija Mencía, de nueve años, añade: «Adoptar non é salvar a un neno, é formar unha familia».
Requisitos para adoptar en Galicia
Según establece la Consellería de Traballo e Benestar, los requisitos comunes para la adopción nacional e internacional son los siguientes.
Edad
Tener como mínimo 25 años cumplidos; en caso de solicitud conjunta por cónyuges o parejas con relación análoga a la conyugal, bastará con que uno de ellos tenga dicha edad. En todo caso, el adoptante deberá tener,al menos, 14 años más que el adoptado.
Residencia
Tener residencia habitual en Galicia o ser emigrante gallego con previsión de retorno; en este caso, se deberá justificar la residencia efectiva en Galicia en el plazo máximo de un año desde la fecha de presentación de la solicitud.
Idoneidad
El solicitante debe tener plena capacidad jurídica y de obrar y estar declarado persona idónea para la adopción.
En adopción internacional, deberán cumplir los requisitos del país a dande dirijan su solicitud.
(Fuente: wwwelprogreso.galiciae.com)

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