Tal y como avanzó mallorcadiario.com, diez familias mallorquinas llevan desde septiembre de 2013 con el alma en vilo, sin saber si las adopciones de niños rusos que llevan años tramitando, concluirán positivamente. Rusia paralizó el proceso “cautelarmente” entonces por el temor de que los pequeños que llegan a España terminasen en familias con dos padres o dos madres, algo penado según su legislación.
Toni Mercadal, presidente de Infancia i Futur, confirma a mallorcadiario.com que “la situación en estos momentos sigue bloqueada por una cuestión burocrática pero se resolverá a finales de enero, principios de febrero”.
Así, apunta que ambos países han dado el “O.K.” para desbloquear esta situación y que los trámites de todas las familias sigan adelante. “Falta concretar quién firma aquí y allí por cuestiones de agenda pero se ha avanzado, definitivamente“, agrega.
Hay que recordar que la medida se tomó cuando el Tribunal Supremo ruso consideró que en España se tramitan un número de adopciones contrarias a derecho debido a la ambigüedad recolocaciones. Los magistrados del Alto Tribunal recomendaron entonces a sus jueces que frenasen momentáneamente las llegadas de los niños hasta que los países de acogida, entre ellos España, aseguren que los pequeños no terminarán en familias de homosexuales.
“El problema en España ha sido la heterogeneidad de certificados que se han expedido. Cada comunidad autónoma hacía llegar una diferente y ello ha hecho saltar las alarmas”, afirmó Mercadal a este digital. “Si ellos deciden –y así queda reflejado en su legislación- que sus pequeños no terminen en familias de gays y lesbianas, hay que respetarlo. Es como cuando China introdujo la exigencia de que los padres adoptantes tuviesen como mínimo el bachiller”.
(Fuente: www.mallorcadiario.com)
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