lunes, 1 de julio de 2013

Adopción en Galicia: 350 solicitudes solo en 2012



Hoy, las adopciones, tanto nacionales como internacionales, cuentan con una legislación específica y un protocolo establecido. El interés del menor prevalece por encima de todo y una vez solicitada la adopción, los padres deberán obtener una valoración positiva de un equipo de técnicos que analizará desde si reúnen las condiciones físicas y psíquicas adecuadas para criar al niño como si el entorno familiar es adecuado y si pueden atenderlo desde el punto de vista económico. Habrá una entrevista personal y es posible también recurrir a test psicológicos. Solo el año pasado, 199 gallegos solicitaron adoptar a un niño de otro país y 158 a un pequeño español (52 en la provincia coruñesa). Además se preasignó la adopción de 136 menores de otros países en toda la comunidad gallega. En los últimos doce años, según los datos de la Consellería de Benestar, los principales países de origen de los niños fueron Etiopía (con 783 menores adoptados), China (642), Colombia (298) y Rusia (173).
Una noticia en la que se afirmaba que España era uno de los países que más niños adoptaba de todo el mundo despertó su curiosidad por este fenónemo en 2004. Desde entonces, Manuel Baelo se ha sumergido en libros, archivos y prensa de todas las épocas para hacer una completa historia de la adopción desde sus inicios hasta 1958 e intentar comprender el boom de adopciones que experimenta el país en la actualidad. El resultado, una tesis dirigida por el profesor de Sociología de Universidade da Coruña Gerardo Hernández y Salomé Adroher, de la Universidad Pontificia de Comillas. En ella se rompe con falsos mitos sobre el proceso adoptivo.
El primer gran error que esta tesis derriba desde su primera página es creer que las adopciones son algo reciente, de las últimas décadas. "Desde la antigüedad, desde Mesopotomia hay referencias a este proceso y las funciones se han mantenido a lo largo de la historia: perpetuar la estipe, ayudar a volver a nacer a niños abandonados, pensar en contar con apoyo en la vejez...", indica Manuel Baelo, quien afirma que esta tesis también deja claro que "tanto el abandono de niños como la adopción era algo que ocurría en todas las clases sociales".
Huérfanos de guerra
Ni siquiera las adopciones internacionales son algo novedoso, según este licenciado en Derecho y Ciencias Políticas y que en la actualidad trabaja como profesor en la facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Vigo. "Las primeras adopciones internacionales que se realizan en España se producen durante la I Guerra Mundial, eran para socorrer a huérfanos de la guerra especialmente de Bélgica y Francia", indica este profesor gallego, quien recuerda que las adopciones se ?gestionaban a través de instituciones privadas y contratos entre ellas y los padres.
Tampoco el asociacionismo entre padres adoptivos para reclamar mejoras en la normativa es algo del siglo XXI. "Durante la II República se crea la primera asociación española de padres adoptivos, en Cataluña", indica Manuel Baelo.
Adopciones públicas
Los rituales de la antigüedad o los anuncios en prexnsa en la España de finales del siglo XIX y principios del XX revelan que la adopción era algo público y que todo el mundo conocía. "Realmente no fue algo oculto y secreto hasta los años 40", indica Baelo, quien cree que ahí se sentaron las bases de los futuros robos de bebés. "En esta época todo el proceso de adopción queda en manos de las instituciones benéficas. Se supone que eran gratuitos, pero todo lo gestionaban por contrato privado los padres y las entidades, el Estado no controlaba nada del proceso", señala.
(Fuente: www.farodevigo.es)

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